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Una batalla más por la liberación latinoamericana


La declaración final del XIX Foro de Sao Paulo (FSP) ha desatado la reacción más visceral y conservadora de la derecha hondureña, quien ha utilizado el contenido de esta declaración para atacar a LIBRE y señalar el “intervencionismo” de la izquierda latinoamericana agrupada en este foro y en otras iniciativas de integración continental en los asuntos internos del país (UNASUR, ALBA).

El argumento de la derecha hondureña está basado en el apoyo expresado por el FSP a las decisivas luchas electorales que tendrán lugar en Chile, Honduras, Costa Rica, Panamá y Colombia este año, donde la izquierda está participando ya sea mediante un partido político o como una alianza entre distintos partidos.

Se acusa de un “intervencionismo” de la izquierda latinoamericana para desestabilizar el proceso electoral hondureño.

Resultan claros los fines propagandísticos a los que se recurre para descalificar y atacar cualquier instancia, sea nacional o internacional, donde la izquierda busque aglutinar fuerzas de cara a la lucha política, de carácter electoral, que se avecina en Noviembre.

 Es normal que la derecha denuncie la “ideologización” y el “intervencionismo” de parte de las fuerzas de la izquierda continental al mismo tiempo que se beneficia por el decisivo e histórico apoyo político-económico-ideológico de Estados Unidos y otras organizaciones internacionales de derecha.

Toda lucha política al interior de un país latinoamericano que enfrente a izquierdas y derechas, se convierte en parte de la batalla continental que contrapone los intereses del imperialismo norteamericanos a los de los nuevos estados y bloque regionales con tendencia socialista (ALBA , UNASUR, CELAC).

Es absurdo negar esta realidad como pretende la derecha hondureña; en su lugar es necesario aclarar la naturaleza ideológica y política de esta confrontación, y conocer las intenciones y formas en que cada bando se relaciona con las instancias internacionales que apoyan su respectivo proyecto.

El Foro de Sao Paolo (FSP) como articulador de la izquierda y organizaciones sociales frente al neoliberalismo.

El Foro nace en su primera edición en 1990 como una instancia articuladora tanto para los partidos de izquierda como las organizaciones sociales en la región.

 La nueva realidad geopolítica del mundo con la caída del muro de Berlín, la crisis de la deuda de la década de 1980, la implementación del modelo neoliberal y sus efectos en los países latinoamericanos fueron los elementos que contribuyeron a la necesidad de generar un espacio para el debate e intercambio de ideas así como la definición de estrategias dirigidas a frenar el avance del imperialismo en el continente.

La resistencia al capitalismo y las formas de neoliberalismo en cada país adquieren un carácter local y también internacional, estos elementos no pueden disociarse.

 Los gobiernos progresistas latinoamericanos que han iniciado un camino hacia la construcción de un modelo alternativo han entrado en clara confrontación con las oligarquías y el capital transnacional a nivel económico, político e ideológico. Sus luchas se expresan a distintos niveles y gradaciones, ante lo cual cada gobierno elige distintos tipos de tácticas de acuerdo a las coyunturas nacionales.

El Foro fomenta y apoya la construcción de prácticas y luchas políticas orientadas a la construcción de este modelo económico alternativo.

Estas luchas deben efectuarse en cada país pero no pueden estar aisladas del contexto geopolítico.

En síntesis, la izquierda latinoamericana necesitaba un espacio que permitiera debatir ideas, programas y acciones para impulsar este proceso, y el Foro se ha convertido en ese espacio a lo largo de los años.

Intervención “democrática” norteamericana

En Honduras ha sido documentada la intervención directa por parte de instituciones vinculadas con la derecha norteamericana en la política interna del país a través de diversos mecanismos (lobby, asesoramiento, financiamiento, etc). Para la derecha local en ningún momento esta situación constituye una intervención de la política exterior norteamericana en los asuntos internos de Honduras. 
Habrá que recordar la larga tradición de servilismo de las élites locales otorgando el territorio nacional para operaciones de desestabilización en la región, dos ejemplos concretos son: la utilización del territorio para el derrocamiento del gobierno de Árbenz en 1954 y como base de operaciones de los contras en la década de 1980.

Esta historia de intervención norteamericana no cambia durante el Golpe de Estado. La investigadora Eva Golinger ha documentado el financiamiento del Instituto Republicano Internacional (IRI), expresión internacional del Partido Republicano de Estados Unidos, a procesos de “gobernabilidad” en la región, una máscara para disimular la intervención en los asuntos políticos internos mediante el financiamiento a grupos y organizaciones de derecha.

Significativa fue la presencia de congresistas norteamericanos, como Ileana Ros-Lehtinen, representante de la ultraderecha estadounidense, durante el gobierno de facto de Micheletti avalando el golpe de Estado. [1]

La National Endowment for Democracy (NED en sus siglas en inglés, Fundación Nacional para la Democracia) otorgó fondos por cientos de miles de dólares al IRI para fomentar tareas de apoyo a “iniciativas para implementar posiciones políticas durante las campañas de 2009. El IRI pondrá énfasis especial en Honduras, país que tiene elecciones presidenciales y legislativas en noviembre 2009.” [2]

¿Acaso esto no es intervencionismo en los asuntos internos hondureños? Así mismo, se estima que la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos (USAID) destina 49 millones de dólares al año en diversas actividades englobadas “promoción de la democracia”. Estas instituciones (IRI, USAID, NED) han jugado importantes papeles en el financiamiento, asesoramiento y ayuda logística a organizaciones que tratan de desestabilizar los procesos liderados por los gobiernos progresistas en América Latina. Dos ejemplos son los procesos desestabilizadores en Venezuela y Bolivia.

Considerando la amplia historia de intervencionismo norteamericano, no puede dudarse que en las próximas elecciones existirá un fuerte componente de financiamiento por parte de estas instituciones hacia organizaciones e institutos políticos que adversan a LIBRE y sus propuestas.
 En síntesis, la política exterior norteamericana utiliza una amplia gama de mecanismos para impedir el fortalecimiento de las fuerzas progresistas que representan una amenaza para sus intereses económicos, por tanto se convierten en adversarios políticos.

FNRP y LIBRE en relación con el FSP: la urgencia de construir una estrategia anti-imperialista.

Siendo evidente la injerencia de Estados Unidos en la política nacional no deben subestimarse ni ignorarse las estrategias de la derecha a nivel nacional. Las actividades de grupos de extrema derecha siguen vigentes, sea mediante declaraciones, foros, reuniones etc.

En ningún momento estos grupos dudarán en reactivar sus movilizaciones en caso de cualquier acción que pretenda perjudicar sus intereses. Esta estrategia presenta rasgos a nivel nacional e internacional. 
Las organizaciones como USAID, NED o IRI tienen presencia en gran parte del continente siendo documentada su intervención en procesos de desestabilización en América Latina.

En este contexto geopolítico de agresión e injerencia de los Estados Unidos es donde debe englobarse la declaración final del XIX Foro de Sao Paulo.

El contenido de la declaración aboga por la profundización de las conquistas logradas por las fuerzas políticas progresistas en los últimos años.

El éxito de la estrategia de la izquierda latinoamericana pasa por profundizar la democracia, la soberanía nacional, el reposicionamiento del Estado, los espacios de participación popular y las políticas públicas encaminadas a beneficiar a las grandes mayorías históricamente excluidas. Este proceso no puede lograrse sin la integración regional expresada en organismos como UNASUR, ALBA, CELAC entre otros.

Para impulsar los cambios estructurales a nivel regional se necesita involucrarse en la lucha electoral contra la derecha a nivel continental en especial en las elecciones presidenciales en Honduras, Costa Rica, Colombia, Panamá y Chile de este año.

Sin embargo, no debe de olvidarse la activa movilización popular como una acción primordial en la profundización de los cambios estructurales que la región necesita.

Ante este panorama, el FNRP y LIBRE deben integrarse de forma activa a la alianza geopolítica a nivel continental de la izquierda latinoamericana frente a la derecha nacional y la injerencia y desestabilización de la derecha internacional, patrocinadas por el imperialismo norteamericano.

 Esta lucha adquiere carácter local e internacional. Resulta fundamental construir, en primer lugar, desde las fuerzas progresistas una estrategia de lucha frente a los ataques sistemáticos ante el escenario electoral actual.

Y, en segundo lugar, ante las enormes posibilidades de la victoria de LIBRE en las próximas elecciones será necesario iniciar el desarrollo de iniciativas, junto con nuestros aliados a nivel continental, que puedan fortalecer al gobierno de LIBRE frente a cualquier intento de injerencia y desestabilización por parte de la derecha nacional e internacional. Notas


[1] http://old.latribuna.hn/2009/07/26/congresistas-de-eeuu-conocen-sobre-sucesion-de-manuel-zelaya/

http://archivo.laprensa.hn/Especiales/Ediciones/2009/10/05/Noticias/Honduras-tiene-un-presidente-Roberto-Micheletti

[2] Sobre la intervención de estas organizaciones en la política interna hondureña pueden consultarse estos enlaces: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88304

http://www.youtube.com/watch?v=FVnmYTGgGt4

Colectivo Pueblo Crítico
Rebelión

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