Pablo Gonzalez

Novoa: el “monstruo” de la derecha chilena

Jovino Novoa (der.) fue secretario de Gobierno del Régimen Militar de Augusto Pinochet (centro)

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzó este domingo una nueva ofensiva contra el actual senador de la derecha chilena y exsubsecretario general de Pinochet, Jovino Novoa, acusándolo de “monstruo”.

“Busquen en Internet "Jovino Novoa" y se encontraran un monstruo", dijo Maduro al conmemorar el cumpleaños cincuenta y nueve del fallecido expresidente Hugo Chávez, reiterando sus críticas contra uno de los “anfitriones” del líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, durante su reciente visita a Chile.

Maduro fue más allá, sosteniendo que "supervisaba la captura, tortura y asesinato de dirigentes sindicales" y recordó las labores del político chileno durante el régimen de Pinochet: “(Fue) un hombre que administró la muerte y los campos de concentración, que sabía a quién se torturaba y a quién se mataba”.

¿Quién es este político chileno al que el mandatario venezolano critica tan ácidamente?

Novoa es uno de los rostros “emblemáticos” del pinochetismo por haberse desempeñado en un cargo de alta relevancia en la administración del fallecido dictador: el de Subsecretario General de gobierno; es decir, su misión era “dar la cara” ante la opinión pública, labor que realizó entre 1979 y 1982.

Un año antes de asumir Novoa, Pinochet había “cerrado” la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), organismo represivo que eliminó sistemáticamente a opositores por medio de la muerte y la tortura. Pero aquella fue sólo una estrategia “cosmética”, pues dio paso a la creación inmediata de la Central Nacional de Informaciones (CNI).

Precisamente durante el período de Novoa, la CNI realizó dos de sus actos de terrorismo de Estado más emblemáticos: el asesinato del dirigente sindical Tucapel Jiménez –quien recibió cinco balazos en la nuca y luego fue degollado, crimen explicado como un “asalto” por las autoridades– y su complicidad en el envenenamiento con agentes toxicológicos del expresidente chileno Eduardo Frei Montalva.
Capriles reunido con Jovino Novoa
Nunca mostró la menor señal de arrepentimiento. Es más, sus declaraciones apuntan justamente en sentido contrario. Así, al darse a conocer los resultados del “Informe Valech” (2004), el que estableció la identidad de más de cuarenta mil detenidos y torturados durante la dictadura, el por entonces presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), dijo:"La participación de los civiles significó una mejoría notable en la situación de los derechos humanos.
 
 Por lo tanto, yo creo que las miles de personas que participaron de muy buena fe en el gobierno militar no tienen por qué avergonzarse ni arrepentirse".

Los vínculos de Novoa con el pinochetismo son profundos y, a fines de los ochentas, participó en la fundación de la UDI, colectividad que agruparía a los miembros más “duros” de la derecha.

En 1998 Pinochet es detenido en Londres debido a una demanda de extradición solicitada por el juez español Baltasar Garzón para enjuiciarlo por su responsabilidad en violaciones a los derechos humanos. Novoa y su partido se convierten en los defensores más acérrimos del general, viajando en distintas oportunidades a Europa para apoyarlo.

Una vez liberado Pinochet, estalla el denominado “Caso Riggs”, proceso judicial en su contra por “malversación de fondos públicos”, los que derivó al “Banco Riggs” (EEUU) y otras instituciones. Al día siguiente de conocerse el caso, Novoa señala que es posible que Pinochet hubiese realizado operaciones bancarias en base a la “ayuda” de distintas personas.

"El general Pinochet, cuando estaba en Londres, estuvo en su casa (sic.), con plena libertad para recibir a gente. 
 
Yo sé de muchas personas que contribuyeron (con dinero), porque fue una defensa cara y es posible que se hayan podido canalizar recursos a través de esas cuentas", señaló. La justicia estableció que Pinochet acumuló cerca de veintisiete millones de dólares en “esas cuentas” secretas.

El peor cataclismo de la vida política de Novoa llegó en 2003, cuando fue acusado (“Caso Spiniak”) de mantener relaciones sexuales con una menor de edad, durante la operación de desarticulación de la mayor red de pedofilia del Chile reciente.
 
Si bien la justicia determinó que las acusaciones habían sido un montaje y Novoa salió libre de culpa, es una mancha que nunca ha podido sacarse de encima.

En 2009, Novoa es electo presidente del Senado, segundo cargo de importancia política en Chile. Su nombramiento causó una ola de indignación entre las agrupaciones de derechos humanos, las que no pudieron, sin embargo, evitar su investidura.

"Es una vergüenza para Chile, porque va a asumir la presidencia del Senado un personaje que estuvo ligado a los organismos represivos de la dictadura, que cometió los más horrendos crímenes en contra de los derechos humanos”, dijo en aquellos días el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier.

En la actual carrera presidencial que enfrentará en noviembre a la candidata de la centroizquierda, Michelle Bachelet, y la opción de la derecha, Evelyn Matthei, Novoa ha apoyado decididamente a la carta de su sector.

Este lunes 29 de julio, Matthei nombró a cuatro miembros del “comité político” de su campaña. Entre ellos, figura justamente Jovino Novoa, el mismo al que Nicolás Maduro calificó como “monstruo” de la derecha chilena.

sk

Francisco J. Ramírez
http://spanish.ruvr.ru/2013_07_30/Novoa-el-monstruo-de-la-derecha-chilena-7343/

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