Ottawa. Se supo hoy por medio de la cadena informativa “CBC News” que obtuvo los documentos probatorios de un comité de la Cámara de los Comunes, que el gobierno de Canadá autorizó los experimentos realizados —a solicitud de científicos canadienses y estadounidenses en la década de 1940— con mil 300 niños y adultos indígenas en la provincia de Manitoba que estaban desnutridos debido a una crisis alimentaria generada por falta de apoyo federal y la caída comercial.
Se supo que las autoridades canadienses en vez de proceder a solucionar el problema optaron por aislar durante años a la población de esas comunidades con el propósito de someterla a pruebas de diferentes dietas de calorías, vitaminas y minerales; llegando al extremo de negarles la atención dental porque los académicos pensaban que mantenerles la dentadura sana podría entorpecer las investigaciones.
Trae la nota que el propio ministro de Asuntos Aborígenes, Bernard Valcourt, confirmó a la CBC que los trabajos tuvieron lugar en escuelas residenciales e instituciones dirigidas por el Gobierno y la Iglesia, y acusadas de tortura, abuso psicológico y físico a los niños nativos internados en contra de su voluntad y las de sus familias.
Se tuvo conocimiento de que habiéndose revelado los experimentos, los líderes indígenas exigieron de inmediato una disculpa del Gobierno y una indagación del caso.
Se informó, además, que originarios de diferentes etnias marcharon el pasado día 25 en siete ciudades de Canadá en rechazo a esas prácticas y demandaron a Ottawa la entrega a la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de todos los documentos que contengan evidencias de ese y otros tipos de abusos contra la población autóctona.
La maldad a flor de piel en los concordatos entre los gobiernos y la Iglesia católica. Crimen, engaño, abuso, miseria y muerte es lo que ha identificado a través de los años a esa perversa entidad religiosa mundial. Camino al cadalso van hoy inexorablemente sus pasos.
Se supo que las autoridades canadienses en vez de proceder a solucionar el problema optaron por aislar durante años a la población de esas comunidades con el propósito de someterla a pruebas de diferentes dietas de calorías, vitaminas y minerales; llegando al extremo de negarles la atención dental porque los académicos pensaban que mantenerles la dentadura sana podría entorpecer las investigaciones.
Trae la nota que el propio ministro de Asuntos Aborígenes, Bernard Valcourt, confirmó a la CBC que los trabajos tuvieron lugar en escuelas residenciales e instituciones dirigidas por el Gobierno y la Iglesia, y acusadas de tortura, abuso psicológico y físico a los niños nativos internados en contra de su voluntad y las de sus familias.
Se tuvo conocimiento de que habiéndose revelado los experimentos, los líderes indígenas exigieron de inmediato una disculpa del Gobierno y una indagación del caso.
Se informó, además, que originarios de diferentes etnias marcharon el pasado día 25 en siete ciudades de Canadá en rechazo a esas prácticas y demandaron a Ottawa la entrega a la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de todos los documentos que contengan evidencias de ese y otros tipos de abusos contra la población autóctona.
La maldad a flor de piel en los concordatos entre los gobiernos y la Iglesia católica. Crimen, engaño, abuso, miseria y muerte es lo que ha identificado a través de los años a esa perversa entidad religiosa mundial. Camino al cadalso van hoy inexorablemente sus pasos.
Como aquel ser que una vez fue, similitud destino le acecha a su existir ya que para siempre, también, dejará de ser. Escrito está, lo saco a la luz y pronto lo hará… ¡Jesucristo Hombre!
Fuente:http://manzana.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=1723001&Itemid=1
Editorial Para Protegeatushijos.org
lima-peru@protegeatushijos.org
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