“¿Qué trama la Embajadora?”, así ha titulado en su último número el semanario salvadoreño El Independiente, en referencia a la sospechosa actividad de la embajadora de EE.UU. en El Salvador, Mari Carmen Aponte.
El título llama la atención a medida que aumenta cada vez más la preocupación de los sindicatos ante una presunta injerencia estadounidense en la Constitución del país centroamericano.
Esta intranquilidad ha sido expresada este viernes por los dirigentes sindicales del país al semanario El Independiente.
A su juicio, es sospechosa la actividad de la embajadora estadounidense y los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Los sindicalistas han revelado que la representante de EE.UU. ha mantenido cuatro reuniones por separado y en grupo con los miembros de la Sala: Belarmino Jaime, Sidney Blanco, Rodolfo González y Florentín Meléndez.
En este sentido, se levantan las suspicacias sobre un posible intento de la funcionaria norteamericana para destituir al presidente de la Corte y la Sala, Salmón Padilla, quien tiene bajo su mando casos abiertos, entre ellos, la demanda contra el Tratado de Libre Comercio con EE.UU.
Conforme al semanario, las visitas reiteradas a los magistrados y la demanda contra Padilla, “podrían ser parte de una conspiración al clásico estilo golpista, donde los embajadores visitaban a sus gorilas para dar golpes de Estado”.
Padilla es un miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), al cual se incorporó desde las filas del Partido Comunista -uno de los fundadores del Frente en 1980.
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