(PL) El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, prepara hoy nuevas acciones que alimentarán el ambiente internacional creado por las potencias occidentales sobre el uso de armas químicas en Siria.
En un procedimiento poco habitual, la oficina de atención a los corresponsales en la sede de la ONU en Nueva York, convocó ayer a los periodistas para un encuentro con el titular de la organización a primera hora de mañana lunes en su propia oficina.
La citación precisa que la reunión tendrá lugar antes de una entrevista que el máximo responsable de la ONU sostendrá con el jefe del grupo creado para investigar el empleo de artefactos químicos en Siria, Ake Sellstrom.
Ese equipo fue establecido a raíz de una solicitud del gobierno sirio para estudiar la posible utilización de armas de esa naturaleza el pasado 19 de marzo por los grupos armados de oposición en la provincia de Aleppo.
La acción denunciada por Siria tuvo lugar en la región de Kfar Dael, en el área de Khan Al-Asal, en Aleppo, donde bandas armadas lanzaron un misil con una ojiva química que ocasionó 25 muertos.
Pero poco después, el jefe de la ONU demandó agregar funciones adicionales para esa misión y su despliegue en todo el territorio de Siria, tras exigencias en ese sentido presentadas por Francia y Reino Unido, pretensión rechazada por Damasco.
París y Londres acusaron a las autoridades sirias de emplear ese tipo de armamento en otros lugares del país, alegaciones que volvieron a ser desmentidas ayer por el ministro de Información sirio, Omran al-Zoubi.
La persistencia de Ban Ki-moon en el tema cobró fuerza en las dos últimas semanas, después de una entrevista que sostuvo en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Luego de ese encuentro, el gobierno norteamericano intervino públicamente por primera vez en el asunto con duras amenazas contra Damasco por el eventual empleo de ese tipo de armas.
Las advertencias fueron hechas por los secretarios de Estado, John Kerry; y de Defensa, Chuck Hagel.
El viernes pasado, el vocero oficial de la ONU, Martin Nesirky, informó sobre una nueva carta enviada a las autoridades sirias por la representante de la ONU para Asuntos del Desarme, Angela Kane, a fin de que se permita el acceso del equipo encabezado por Sellstrom.
Por su parte, Rusia volvió a advertir sobre el peligro de utilizar la campaña sobre las armas químicas como pretexto para una intervención armada en ese país.
El mensaje fue lanzado en Beirut por el vicecanciller ruso Mijail Bogdanov, quien instó a no manipular el tema "para alcanzar otros objetivos".
Días antes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, llamó a despolitizar el asunto y recordó lo ocurrido en Irak en 2003 como antesala de la invasión de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Aquella experiencia también fue rememorada por el embajador de Siria en la ONU, Bashar Jaafari, quien en declaraciones a un medio árabe afirmó que las alegaciones de occidente buscan repetir el escenario de la guerra de Irak.
En un procedimiento poco habitual, la oficina de atención a los corresponsales en la sede de la ONU en Nueva York, convocó ayer a los periodistas para un encuentro con el titular de la organización a primera hora de mañana lunes en su propia oficina.
La citación precisa que la reunión tendrá lugar antes de una entrevista que el máximo responsable de la ONU sostendrá con el jefe del grupo creado para investigar el empleo de artefactos químicos en Siria, Ake Sellstrom.
Ese equipo fue establecido a raíz de una solicitud del gobierno sirio para estudiar la posible utilización de armas de esa naturaleza el pasado 19 de marzo por los grupos armados de oposición en la provincia de Aleppo.
La acción denunciada por Siria tuvo lugar en la región de Kfar Dael, en el área de Khan Al-Asal, en Aleppo, donde bandas armadas lanzaron un misil con una ojiva química que ocasionó 25 muertos.
Pero poco después, el jefe de la ONU demandó agregar funciones adicionales para esa misión y su despliegue en todo el territorio de Siria, tras exigencias en ese sentido presentadas por Francia y Reino Unido, pretensión rechazada por Damasco.
París y Londres acusaron a las autoridades sirias de emplear ese tipo de armamento en otros lugares del país, alegaciones que volvieron a ser desmentidas ayer por el ministro de Información sirio, Omran al-Zoubi.
La persistencia de Ban Ki-moon en el tema cobró fuerza en las dos últimas semanas, después de una entrevista que sostuvo en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Luego de ese encuentro, el gobierno norteamericano intervino públicamente por primera vez en el asunto con duras amenazas contra Damasco por el eventual empleo de ese tipo de armas.
Las advertencias fueron hechas por los secretarios de Estado, John Kerry; y de Defensa, Chuck Hagel.
El viernes pasado, el vocero oficial de la ONU, Martin Nesirky, informó sobre una nueva carta enviada a las autoridades sirias por la representante de la ONU para Asuntos del Desarme, Angela Kane, a fin de que se permita el acceso del equipo encabezado por Sellstrom.
Por su parte, Rusia volvió a advertir sobre el peligro de utilizar la campaña sobre las armas químicas como pretexto para una intervención armada en ese país.
El mensaje fue lanzado en Beirut por el vicecanciller ruso Mijail Bogdanov, quien instó a no manipular el tema "para alcanzar otros objetivos".
Días antes, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, llamó a despolitizar el asunto y recordó lo ocurrido en Irak en 2003 como antesala de la invasión de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Aquella experiencia también fue rememorada por el embajador de Siria en la ONU, Bashar Jaafari, quien en declaraciones a un medio árabe afirmó que las alegaciones de occidente buscan repetir el escenario de la guerra de Irak.