La Cámara de los Comunes del Reino Unido aprobó el martes una ley que permite a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio.
Tras un largo y encendido debate, 400 diputados votaron a favor y 175 en contra de la ley que permite el matrimonio homosexual en el Reino Unido y Gales, aunque deberá ser aprobada en la Cámara de los Lores para entrar en vigor.
El primer ministro británico, David Cameron, jefe de los Conservadores, subrayó que la aprobación de esta ley se considera un paso adelante que hará más fuerte a la sociedad británica y fomentará la igualdad entre los ciudadanos.
No obstante, la mitad de los diputados conservadores se pronunció en contra de la medida, puesto que va en contra de las bases tradicionales del partido, aquellas que se oponen a la ley por consideraciones morales.
De hecho, unos 25 presidentes o expresidentes de las asociaciones conservadoras británicas, en una carta enviada el pasado domingo al jefe de Gobierno, advirtieron de que el asunto también provocaría un "daño significativo" a la campaña de las elecciones generales de 2015.
El también diputado conservador Stewart Jackson, conocido por ser uno de los opositores del matrimonio gay, el pasado mes de diciembre, calificó al primer ministro de “arrogante” por llevar tal propuesta ante el Parlamento.
La Iglesia Anglicana, como confirmó el nuevo arzobispo de Canterbury, Justin Welby, rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Los sondeos confirman, por otra parte, que el matrimonio homosexual no aparece entre las prioridades inmediatas de los británicos.
Tras un largo y encendido debate, 400 diputados votaron a favor y 175 en contra de la ley que permite el matrimonio homosexual en el Reino Unido y Gales, aunque deberá ser aprobada en la Cámara de los Lores para entrar en vigor.
El primer ministro británico, David Cameron, jefe de los Conservadores, subrayó que la aprobación de esta ley se considera un paso adelante que hará más fuerte a la sociedad británica y fomentará la igualdad entre los ciudadanos.
No obstante, la mitad de los diputados conservadores se pronunció en contra de la medida, puesto que va en contra de las bases tradicionales del partido, aquellas que se oponen a la ley por consideraciones morales.
De hecho, unos 25 presidentes o expresidentes de las asociaciones conservadoras británicas, en una carta enviada el pasado domingo al jefe de Gobierno, advirtieron de que el asunto también provocaría un "daño significativo" a la campaña de las elecciones generales de 2015.
El también diputado conservador Stewart Jackson, conocido por ser uno de los opositores del matrimonio gay, el pasado mes de diciembre, calificó al primer ministro de “arrogante” por llevar tal propuesta ante el Parlamento.
La Iglesia Anglicana, como confirmó el nuevo arzobispo de Canterbury, Justin Welby, rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Los sondeos confirman, por otra parte, que el matrimonio homosexual no aparece entre las prioridades inmediatas de los británicos.
