¿A que se debe el que cada vez más personas opten por no creer en ninguna divinidad o al menos por desmarcarse tajantemente de cualquier religión?
Hace unas décadas hubiera resultado impensable que uno de los tres más populares bloques dentro del plano religioso fuese aquel compuesto por ateos, escépticos, y ‘no creyentes’ en general.
Hace unas décadas hubiera resultado impensable que uno de los tres más populares bloques dentro del plano religioso fuese aquel compuesto por ateos, escépticos, y ‘no creyentes’ en general.
En la actualidad, de acuerdo al prestigiado centro de investigación, Pew, este aparentemente improbable fenómeno es ya una realidad comprobada.
Por medio de su Pew Forum on Religion & Public Life, este centro publicó hace unos días un estudio sobre la demografía religiosa del planeta, el cual confirma que mientras los dos primeros lugares están ocupados por las religiones Cristiana y Musulmana, el tercer mayor grupo ‘religioso’ es el que integran aquellos no afiliados a religión alguna.
En el primer escaño se ubica la religión de la cruz, con 2,200 millones adherentes, los cuales equivalen al 32% de los habitantes del planeta –factor ciertamente asociado con el colonialismo cultural ejercido por occidente–.
Por medio de su Pew Forum on Religion & Public Life, este centro publicó hace unos días un estudio sobre la demografía religiosa del planeta, el cual confirma que mientras los dos primeros lugares están ocupados por las religiones Cristiana y Musulmana, el tercer mayor grupo ‘religioso’ es el que integran aquellos no afiliados a religión alguna.
En el primer escaño se ubica la religión de la cruz, con 2,200 millones adherentes, los cuales equivalen al 32% de los habitantes del planeta –factor ciertamente asociado con el colonialismo cultural ejercido por occidente–.
En segundo lugar, con 1,600 millones de fieles, está el Islam (23%).
Detrás de los seguidores de Alá vienen aquellas personas que afirman no creer explícitamente en una divinidad, o no sentirse parte de ningún grupo religioso. Este último bloque está integrado por 1,100 millones de personas, lo que equivale al 16% de los poco más de siete mil millones de habitantes en la Tierra.
Los siguientes tres lugares son ocupados por el hinduismo (1,000 millones), el budismo (500 millones) y el judaísmo (14 millones).
Por cierto, recomendamos este infográfico que publicamos a principios de año y que muestra las subdivisiones que integran cada uno de las mayores trincheras religiosas.
Más allá de lo sorpresivo que pueda resultar para mucho el veloz ascenso de los no-creeyentes, lo cierto es que se trata de una tendencia que viene intensificándose y que, si se tratara de aplicar un poco de matemática, en algún punto del futuro humano terminaría por desbancar a cualquier religión.
Más allá de lo sorpresivo que pueda resultar para mucho el veloz ascenso de los no-creeyentes, lo cierto es que se trata de una tendencia que viene intensificándose y que, si se tratara de aplicar un poco de matemática, en algún punto del futuro humano terminaría por desbancar a cualquier religión.
De hecho, a comienzos de 2011 un grupo de investigadores confirmado por estudiosos de múltiples universidades, aplicó un modelo matemático para predecir el futuro de ciertas tendencias sociales, el principio de “dinámica no-lineal” y concluyeron que en relativamente poco tiempo la religión se extinguirá por completo en distintas naciones, entre ellas Austria, Holanda, Canadá, República Checa, Finlandia, Irlanda, Suiza y Nueva Zelanda.
Cabe destacar que entre las principales causas de la masificación del bloque no afiliado o no creyente, está el que en China, país como más de 1,300 millones de habitantes, los gobiernos comunistas han desestimulado la práctica religiosa a lo largo de décadas.
Tras una breve reflexión sobre el informe publicado por el Pew, además del aspecto ya mencionado a lo largo del artículo, existe otro fenómeno que no deja de resultar notable –y opuesto al primero–: a pesar del crecimiento de no-creyentes, el 84% de la población mundial pertenece abiertamente a alguna religión.
Cabe destacar que entre las principales causas de la masificación del bloque no afiliado o no creyente, está el que en China, país como más de 1,300 millones de habitantes, los gobiernos comunistas han desestimulado la práctica religiosa a lo largo de décadas.
Tras una breve reflexión sobre el informe publicado por el Pew, además del aspecto ya mencionado a lo largo del artículo, existe otro fenómeno que no deja de resultar notable –y opuesto al primero–: a pesar del crecimiento de no-creyentes, el 84% de la población mundial pertenece abiertamente a alguna religión.
Al parecer la humanidad no está lista para un divorcio con la divinidad.
¿Algún día lo estará?