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WikiLeaks decide intervenir en la campaña electoral de EE.UU.


El viernes pasado, 28 de septiembre, el Pentágono volvió a amenazar a WikiLeaks. 
 
El portavoz del Pentágono, George Little, exigió que WikiLeaks destruya sus publicaciones, incluida la bitácora de la Guerra de Irak que reveló los asesinatos de más de 100.000 civiles. 
 
Little dijo: “El hecho de que WikiLeaks posea información clasificada que pertenece al gobierno de EE.UU. representa una continua violación de la ley”. 
 
El Pentágono también volvió a “advertir al señor Assange y WikiLeaks” contra la “solicitación” de material de denunciantes militares estadounidenses.

En respuesta, WikiLeaks ha decidido intervenir en la campaña electoral de EE.UU.

El gobierno de EE.UU. afirma que el señor Assange y la organización WikiLeaks se encuentran dentro de su jurisdicción. 
 
En respuesta, colocamos al gobierno de Obama dentro de nuestra jurisdicción. 
 
A todos los escolares estadounidenses se les enseña que someter a las personas a las leyes sin representación es una injusticia. 
 
Es la espina dorsal de la Revolución Estadounidense. 
 
Reivindicamos nuestra representación e iniciamos ahora una campaña para transformar votos demócratas y republicanos en apoyo económico y político para WikiLeaks y los valores de la Primera Enmienda. 
 
El día de las elecciones no votéis por el Partido Republicano o el Partido Demócrata, en vez de eso depositad el único voto que importa. 
 
Votad con vuestra billetera, votad por WikiLeaks.

El Partido Demócrata prometió abrir el gobierno. 
 
Pero en vez de eso está construyendo un Estado dentro del Estado, colocando a casi cinco millones de estadounidenses bajo el sistema de aprobación nacional de seguridad. 
 
Ha clasificado más documentos que cualquier gobierno anterior, llega a clasificar el proceso utilizado para decidir quién tiene derecho a vivir y a quién hay que asesinar.
 
 El gobierno de EE.UU. se lanza hacia la distopía: leyes secretas, procesos secretos, presupuestos secretos, rescates secretos, asesinatos secretos, espionaje masivo secreto y detención secreta sin acusación.
 
 El colapso de la Unión Soviética podría haber conducido a la retirada del Estado de seguridad de EE.UU pero sin la competencia moral de otro sistema se ha descontrolado para influenciar casi toda la política estadounidense. 
 
No se pueden tolerar cuatro años más en la misma dirección.

El gobierno de Obama sigue realizando una investigación “por todo el gobierno” de “una escala y naturaleza sin precedentes” de WikiLeaks y su gente.
 
 Ha alimentado el bloqueo bancario extrajudicial contra la organización y ha detenido a una presunta fuente de WikiLeaks, Bradley Manning, en condiciones que el Relator Especial de la ONU sobre Tortura, Juan Mendez, estableció que equivalen a tortura.
 
 El señor Assange ha sido catalogado formalmente como refugiado político, pero los embajadores de EE.UU. advirtieron a países como Suiza de que no le ofrecieran asilo.
 
 El presidente Obama ha declarado culpable a Bradley Manning antes de un proceso y el vicepresidente Biden califica a Julian Assange de “terrorista de alta tecnología”. 
 
La campaña Obama-Biden alardea de haber procesado a dos veces más denunciantes de seguridad que “todos los gobiernos anteriores en conjunto”. http://www.guardian.co.uk/commentis.... 
 
Algo semejante no es aceptable.

Los políticos siempre dicen que vuestra decisión, cuando llegue la elección, determinará el futuro. 
 
Pero, como ha demostrado el gobierno de Obama, la decisión de quién llega al puesto formal no es una elección definitiva, porque cuando elegís a vuestro partido también elegís el gobierno, incluidas todas sus agencias y amigos, para vuestro partido.
 
 Por su parte los partidos que llegan al poder son eliminados como una voz controladora de oposición.

Pero existe otra opción.

Las agencias gubernamentales y las corporaciones saben que conocimiento es poder. 
 
Por eso gastan literalmente miles de millones de dólares para mantener en secreto sus planes y acciones.

Saben que juntos podemos obligarlos a actuar de otra manera.

Fueron las revelaciones de WikiLeaks –no las acciones del presidente Obama– las que obligaron al gobierno de EE.UU. a salir de la Guerra de Irak.
 
 Al sacar a la luz la matanza de niños iraquíes, WikiLeaks motivó directamente al gobierno iraquí a privar a los militares estadounidenses de inmunidad legal, lo que por su parte impuso la retirada de EE.UU. http://salon.com/2011/10/23/wikilea...

Fueron las revelaciones de WikiLeaks y activistas panárabes, no el gobierno de Obama, las que ayudaron a provocar la Primavera Árabe. 
 
Mientras WikiLeaks denunciaba a los dictadores, de Yemen a El Cairo, el vicepresidente Joseph Biden decía que Hosni Mubarak era un demócrata, Hillary Clinton calificaba su gobierno de “estable” y el gobierno de EE.UU. se coludía con el dictador yemení Saleh para bombardear a su propio pueblo. http://www.guardian.co.uk/world/201... http://www.worldaffairsjournal.org/...

Y fueron las revelaciones de WikiLeaks, no la Casa Blanca, las que condujeron a la reforma de la mayor red de hospitales infantiles de EE.UU. http://wikileaks.org/wiki/Report_on...

El año pasado, el Pentágono obtuvo 662.000 millones de dólares para su fondo bélico.
 
 Para que WikiLeaks continúe su trabajo a fin de imponer transparencia a poderosas instituciones mediante la publicación masiva de filtraciones con el mayor potencial para conducir a formas más justas de gobierno, también tenemos que crear un “fondo bélico” más grande.

A principios de diciembre de 2010, WikiLeaks recibía 120.000 dólares diarios de donaciones del público en general.
 
 Como reacción ante la presión de Washington, y de un modo enteramente ilegal, instituciones financieras incluyendo a Visa, MasterCard, PayPal, Bank of America y Western Union, instituyeron un bloqueo bancario contra WikiLeaks despojando a la organización del 95% de su financiamiento.
 
 Aunque hasta la fecha WikiLeaks ha ganado todos los juicios contra el bloqueo, esas instituciones vinculadas a Washington siguen apelando.

Por lo tanto, durante los próximos 34 días, a partir del 3 de octubre, lanzamos una nueva campaña de recolección de fondos hasta el Día de la Elección, 6 de noviembre.

Podéis seguir donando a WikiLeaks utilizando una serie de métodos fáciles, incluyendo métodos de eludir Visa, MasterCard y PayPal.
 
 Esas donaciones se utilizarán para financiar los costes de publicación y de infraestructura de WikiLeaks y nuestros costes legales para combatir el bloqueo financiero. 
 
Esperamos dentro de poco una respuesta a una apelación de Visa contra el dictamen del tribunal islandés que declaró ilegal su bloqueo, y se espera que pronto se reunirán los responsables de las decisiones respecto a nuestro caso anti-trust bancario europeo.

Si deseáis contribuir a los costes de la defensa legal de Julian Assange, podéis utilizar vuestra tarjeta de crédito pero tendréis que hacer una donación separada para el Fondo de Defensa de Julian Assange y el del Personal de WikiLeaks [Julian Assange and WikiLeaks Staff Defence Fund], administrado y auditado por Derek Rothera & Co. 
 
Hay detalles completos en nuestra página de donaciones. 
 
También podéis donar al Bradley Manning Defense Fund desde nuestro sitio.

“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido”, Milan Kundera.

Julian Assange

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article32664.htm

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