En lo que puede haber sido un atentado político, un hombre enmascarado disparó durante un acto de celebración de la victoria de la nueva primera ministra de Quebec, matando a una persona e hiriendo a otra.
La primera ministra Pauline Marois, del separatista Partido Quebequense (foto), que daba su discurso de la victoria, resultó ilesa y fue sacada rápidamente del escenario, aunque no quedó claro si ella era el blanco del pistolero.
En Quebec conviven dos comunidades, una mayoritaria francófona y los llamados “anglos”, que son minoría y hablan inglés. El PQ que representa a los primeros ha tenido aspiraciones de separarse del resto de Canadá durante años.
En dos ocasiones, en 1980 y 1995, gobiernos del PQ convocaron, y perdieron, referendos independentistas.
“Queremos un país. Y lo tendremos”, había proclamado Marois momentos antes del atentado.
“Le digo a nuestros vecinos canadienses que sean abiertos. Tengo la firme convicción que Quebec necesita convertirse en un país soberano”, añadió la líder y seguido se oyeron los disparos.
El jefe de la policía de Montreal comandante Ian Lafreniere identificó al pistolero solamente como un hombre de 50 años y dijo que éste abrió fuego en el fondo del salón.
El pistolero seguidamente escapó hacia afuera, donde encendió un pequeño incendio antes de ser capturado, dijo la policía.
La policía dijo que desconocía los motivos del atacante. Cuando el hombre era llevado a rastras hacia un coche patrullero, se le escuchó gritar en francés: “¡Los ingleses se están despertando!”.
Marois regresó al estrado tras el incidente y le pidió a la multitud que se dispersase pacíficamente y concluyó su discurso. Salió del auditorio en medio de un fuerte cordón policial.
El ataque sacudió a los canadienses, que no están acostumbrados a actos de violencia en eventos políticos.
El PQ obtuvo 54 diputados de los 125 de la Asamblea nacional, contra 50 del federalista Partido Liberal de Quebec.