FAUSTO TRIANA / PL – Mientras los VIP y los jerarcas del Comité Olímpico Internacional (COI) estén bien atendidos, los organizadores de los Juegos de Londres-2012 ya empiezan a cobrar: los precios se dispararon anoche en la ceremonia inaugural y se establecieron este sábado en todas las instalaciones de la cita deportiva.
Colegas latinoamericanos se manifiestan sorprendidos y choqueados por este espíritu poco edificante de los organizadores del encuentro que se ufanan de las características ecológicas de la infraestructura.
Entre 1,60 y 2,30 libras esterlinas (2 y 2,50 euros, respectivamente) para el agua y los refrescos, el desastre del transporte público al cierre del acto inaugural y las comidas, malas y carísimas, no parecen señales alentadoras.
De pronto, los precios que ya eran elevados de bebidas refrescantes se dispararon anoche en la ceremonia inaugural y se establecieron este sábado en todas las instalaciones de la cita deportiva.
Luego, el hermoso Centro Acuático que acoge desde hoy una de las joyas de la corona olímpica, la natación, no es muy funcional para las labores de la prensa, con palcos insuficientes, y un centro para los medios disperso y sin baños accesibles.
Ya la tropa de Sebastian Coe, el presidente del LOGOC (comité organizador) se las había ingeniado para lanzar tarifas altas y bloquear el uso de las conexiones Wifi y 3G de internet, en una práctica monopólica. Se desató una con la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS) y otras entidades, con un balance negativo para los reporteros.
La otra argucia es impedir que los enviados especiales puedan ingresar al MPC (centro principal de prensa) o IBC (lo mismo pero para televisión y radio) con bebidas de cualquier tipo.
Aduce el LOGOC que por razones de seguridad.
Un truco ya conocido por los designios de la Unión Europea (UE) en la supuesta batalla contra el terrorismo, que curiosamente beneficia en los aeropuertos de sus cafeterías y bares, lo mismo que en Londres-2012.
La factura de las inversiones del Reino Unido en estadios, Villa Olímpica, transporte y seguridad, sobre todo eso, mucha seguridad, las estamos pagando los casi 20 mil comentaristas, editores, periodistas y narradores acreditados en los Juegos Olímpicos.