Tras conocer los resultados del conteo rápido del IFE y que favorecen a Peña Nieto, el movimiento estudiantil convocó a una asamblea ciudadana para evaluar movilizaciones.
Luego de correr a Enrique Peña Nieto de la Universidad Iberoamérica y de participar en varias marchas anti-Peña, el movimiento #YoSoy132 se dijo desilusionado, enojado, triste, frustrado y algunos hasta bromearon con solicitar asilo político en otro país ante los resultados electorales que devolvió la Presidencia al PRI.
Hubo lágrimas de frustración y de rabia cuando escucharon las palabras de Felipe Calderón en el sentido de sus habían sido elecciones ejemplares, cuando hubo diversas irregularidades, incluso lo responsabilizaron de que volviera el PRI a Los Pinos.
Estudiantes como Eduardo Velasco lloraron sentidamente cuando se dieron a conocer las preferencias electorales a favor de Peña "se acabó mi futuro". Otros igual se abrazaron no podían ocultar su tristeza. No ganó México, alegaban, no hubo elecciones trasparentes ni tampoco limpias.
Los jóvenes que llamaron la atención internacional por protestar contra el regreso del PRI no daban crédito sobre cómo votaron los mexicanos.
El bajón se sintió al filo de la media noche. Incluso en el Monumento a la Revolución se convocó a una asamblea ciudadana para evaluar movilizaciones, esperar algún llamado de protesta.
Horas antes privaba el entusiasmo. Más de un centenar de jóvenes entusiastas del #YoSoy132 se dieron la tarea de documentar desde el Cuarto de Paz, de Jardines de Pedregal, y del Monumento de la Revolución los delitos electorales cometidos, sobre todo, por el PRI y candidatos como Enrique Peña Nieto, a quien acusaron de violar el Código Penal al realizar actos proselitistas después de sufragar en el municipio de Atlacomulco
Pero además los estudiantes de la Iberoamericana, Tec de Monterrey, de la UNAM y UAM interpusieron ante la FEPADE, MP y Derechos Humanos la serie de agresiones de las que fueron objeto algunos de sus tres mil observadores electorales, como es el caso de Erick Quijano y Gerardo Paredes que fueron amenazados por "Priistas" con machete, piedras, con la presencia de la policía municipal del Estado de México al grado de que debieron mandar abogados para evitar que fueran detenidos y golpeados por "elementos de seguridad".
Así como de la detención ante el Ministerio Público de Joel Martínez, detenido por tomar fotos durante "la compra de votos" por parte del PRI en Naucalpan.
Los jóvenes que, por primera vez participan en este ejercicio democrático, recibieron amenazas contra su integridad e intimidaciones por difundir por las redes delitos electorales. De hecho Naciones Unidas los convocó a buscar protección federal ante las agresiones que recibieron de manera directa y que difundieron a nivel internacional contra su Movimiento.
Sentados en el suelo, escaleras, en medio de la lluvia, los estudiantes recibieron denunciad de redes sociales, como face, twitter, correo electrónico, de voz de sus observadores y diferentes medios de comunicación Irregularidades y focos rojos detectados sobre todo en el Estado de México, asimismo, el secuestro de urnas en Tohayana, Chihuahua por la delincuencia organizada; de urnas que fueron "embarazadas" en Sonora; represiones en comunidades indígenas y hasta balaceras, muertes.
Ninguno se amedrentó ante el temor de ser perseguidos, de que se les caía internet y cortaban las llamadas. Siguieron reportando por las redes sociales compra de votos por desayunos, quemas y robo de papeletas, y diversas irregularidades en espacios como #tecaché132, sin perder el entusiasmo.
Luego de correr a Enrique Peña Nieto de la Universidad Iberoamérica y de participar en varias marchas anti-Peña, el movimiento #YoSoy132 se dijo desilusionado, enojado, triste, frustrado y algunos hasta bromearon con solicitar asilo político en otro país ante los resultados electorales que devolvió la Presidencia al PRI.
Hubo lágrimas de frustración y de rabia cuando escucharon las palabras de Felipe Calderón en el sentido de sus habían sido elecciones ejemplares, cuando hubo diversas irregularidades, incluso lo responsabilizaron de que volviera el PRI a Los Pinos.
Estudiantes como Eduardo Velasco lloraron sentidamente cuando se dieron a conocer las preferencias electorales a favor de Peña "se acabó mi futuro". Otros igual se abrazaron no podían ocultar su tristeza. No ganó México, alegaban, no hubo elecciones trasparentes ni tampoco limpias.
Los jóvenes que llamaron la atención internacional por protestar contra el regreso del PRI no daban crédito sobre cómo votaron los mexicanos.
El bajón se sintió al filo de la media noche. Incluso en el Monumento a la Revolución se convocó a una asamblea ciudadana para evaluar movilizaciones, esperar algún llamado de protesta.
Horas antes privaba el entusiasmo. Más de un centenar de jóvenes entusiastas del #YoSoy132 se dieron la tarea de documentar desde el Cuarto de Paz, de Jardines de Pedregal, y del Monumento de la Revolución los delitos electorales cometidos, sobre todo, por el PRI y candidatos como Enrique Peña Nieto, a quien acusaron de violar el Código Penal al realizar actos proselitistas después de sufragar en el municipio de Atlacomulco
Pero además los estudiantes de la Iberoamericana, Tec de Monterrey, de la UNAM y UAM interpusieron ante la FEPADE, MP y Derechos Humanos la serie de agresiones de las que fueron objeto algunos de sus tres mil observadores electorales, como es el caso de Erick Quijano y Gerardo Paredes que fueron amenazados por "Priistas" con machete, piedras, con la presencia de la policía municipal del Estado de México al grado de que debieron mandar abogados para evitar que fueran detenidos y golpeados por "elementos de seguridad".
Así como de la detención ante el Ministerio Público de Joel Martínez, detenido por tomar fotos durante "la compra de votos" por parte del PRI en Naucalpan.
Los jóvenes que, por primera vez participan en este ejercicio democrático, recibieron amenazas contra su integridad e intimidaciones por difundir por las redes delitos electorales. De hecho Naciones Unidas los convocó a buscar protección federal ante las agresiones que recibieron de manera directa y que difundieron a nivel internacional contra su Movimiento.
Sentados en el suelo, escaleras, en medio de la lluvia, los estudiantes recibieron denunciad de redes sociales, como face, twitter, correo electrónico, de voz de sus observadores y diferentes medios de comunicación Irregularidades y focos rojos detectados sobre todo en el Estado de México, asimismo, el secuestro de urnas en Tohayana, Chihuahua por la delincuencia organizada; de urnas que fueron "embarazadas" en Sonora; represiones en comunidades indígenas y hasta balaceras, muertes.
Ninguno se amedrentó ante el temor de ser perseguidos, de que se les caía internet y cortaban las llamadas. Siguieron reportando por las redes sociales compra de votos por desayunos, quemas y robo de papeletas, y diversas irregularidades en espacios como #tecaché132, sin perder el entusiasmo.
Aunque este primer ejercicio resultó a todas luces desgastaste y caótico por la cantidad de información.