La mujer belga Ingrid Sartiau y el catalán Albert Solà Jiménez se conocieron hace poco tiempo, luego de un largo tiempo de investigaciones paralelas sobre sus orígenes. Exámenes de ADN confirmaron que comparten progenitor, y ahora están decididos a demostrar que su padre no es otro que el rey Juan Carlos de España.
Su próximo paso es enviar sus análisis al palacio de La Zarzuela, con motivo de informarle al rey de su “paternidad”. La Casa Real Española -que conoce las historias pero desconfía de las pruebas- guarda silencio, especialmente porque esta novedad llega en tiempos más difíciles para la Monarquía española.
Ingrid Sartiau afirma que tuvo los primeros indicios sobre la identidad de su padre siendo muy chica. Mirando la televisión, su madre le señaló al rey de España diciéndole que era su padre. Ingrid dice que el rey español conoció a su madre, Liliane Sartiau, en Francia en el año 1956 y se volvieron a reencontrar diez años más tarde, en Luxemburgo. Nueve meses después nació ella.
“Sí, los resultados han sido positivos. Soy hija del rey”, explica.
Con esos datos, Ingrid comenzó una investigación hasta dar con Albert Sòla Jiménez, que llevaba desde 1990 intentando demostrar que era hijo del monarca. Las pruebas realizadas por Jean-Jacques Cassiman, reconocido genetista de la Universidad de Lovaina (Bélgica) indican que “la probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima”.
El catalán, ahora de 54 años, es hijo de María Bach Ramón, de una acaudalada familia de banqueros de Girona, pero apenas nació fue dado en adopción a la familia vecina Solá Jiménez.
Albert afirma que, tras presentar una demanda para poder conseguir su documentación de nacimiento, en 2001 un juez de Barcelona le ofreció cerca de un centenar de páginas donde se especificaba que, cuando nació, fue inscrito como Albert Bach Ramon.
Durante su investigación, encontró documentos en los que había expresiones como “chupete verde”, un término que se utiliza para hacer referencias a bebés de sangre real.
Albert está seguro de su relación filial con el rey que (siendo soltero y de unos 18 años), conoció a la madre de Albert a mediados de los años 50, durante un viaje desde la Academia Militar de Zaragoza, donde se encontraba estudiando, a Barcelona.
Mientras espera ser reconocido como hijo del rey -aunque jamás tendría título u honor real alguno- Albert Solà explica que “mantiene una relación cordial» con la Casa Real, hacia donde de vez en cuando envía mensajes “para felicitar a la Familia Real o para poder escribirle cartas a mi padre”.
Albert está seguro de su relación filial con el rey que (siendo soltero y de unos 18 años), conoció a la madre de Albert a mediados de los años 50, durante un viaje desde la Academia Militar de Zaragoza, donde se encontraba estudiando, a Barcelona.
Mientras espera ser reconocido como hijo del rey -aunque jamás tendría título u honor real alguno- Albert Solà explica que “mantiene una relación cordial» con la Casa Real, hacia donde de vez en cuando envía mensajes “para felicitar a la Familia Real o para poder escribirle cartas a mi padre”.
Según «Diario de Girona», a veces la Casa Real le devuelve las llamadas y le pregunta “si está bien”.
Según las más actuales noticias, Juan Carlos de Borbón (que llegó a España en 1948) tuvo una voluminosa lista de “novias y amantes” desde su juventud. Esta ristra de aventuras habría continuado -y hasta habría aumentado- luego de su casamiento con Sofía de Grecia, en 1962.
La escandalosa biografía publicada a finales del año pasado atribuye al rey unas “1.500 amantes”, entre las que se encontrarían la actriz Sara Montiel, la cantante Paloma San Basilio, varias bellezas plebeyas y aristócratas como Corinne Larsen, su última compañera íntima.
Aventureros y mujeriegos por igual, los dos anteriores reyes españoles tuvieron hijos ilegítimos.
Según las más actuales noticias, Juan Carlos de Borbón (que llegó a España en 1948) tuvo una voluminosa lista de “novias y amantes” desde su juventud. Esta ristra de aventuras habría continuado -y hasta habría aumentado- luego de su casamiento con Sofía de Grecia, en 1962.
La escandalosa biografía publicada a finales del año pasado atribuye al rey unas “1.500 amantes”, entre las que se encontrarían la actriz Sara Montiel, la cantante Paloma San Basilio, varias bellezas plebeyas y aristócratas como Corinne Larsen, su última compañera íntima.
Aventureros y mujeriegos por igual, los dos anteriores reyes españoles tuvieron hijos ilegítimos.
El apasionado y enfermizo Alfonso XII tuvo dos con la cantante de ópera Elena Sanz: Alfonso y Fernando.
El único hijo legítimo de ese rey, Alfonso XIII, tuvo varias aventuras extramatrimoniales en la década de 1920, entre ellas con la actriz Carmen Moragas, madre de dos bastardos de sangre azul: María Teresa y Leandro Alfonso.
El único hijo legítimo de ese rey, Alfonso XIII, tuvo varias aventuras extramatrimoniales en la década de 1920, entre ellas con la actriz Carmen Moragas, madre de dos bastardos de sangre azul: María Teresa y Leandro Alfonso.
De la reina Isabel II -derrocada en 1868- se dice que ninguno de sus hijos fue concebido con su esposo, sino con sus varios, jóvenes y atractivos amantes.
(*) especial para Perfil.com
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