La aristócrata alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein fue recibida con "honores de consorte" por las autoridades de Emiratos Árabes Unidos, durante un viaje que hizo acompañando al rey Juan Carlos.
La alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 47 años, amiga del rey Juan Carlos de España, fue recibida con "honores de consorte" por las autoridades de Emiratos Árabes Unidos durante un viaje a la capital de ese país, el pasado mes de noviembre, cuando acompañó al rey al Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi, según revelaron fuentes diplomáticas al periódico on-line español El Confidencial.
La publicación informa que el rey de España y Corinna zu Sayn-Wittgenstein viajaron a Abu Dhabi por invitación del emir Mohammed bin Rashid Al-Maktoum. También estuvieron presentes los presidentes de Sudáfrica, Rwanda, Gabón, Guinea, Chechenia y Seychelles, así como miembros de las familias reales de Arabia Saudí, Jordania, Omán y Qatar. Casi todos ellos acompañados de sus respectivas esposas.
Mientras el rey don Juan Carlos y los demás jefes de Estado presenciaban el Gran Premio de Fórmula 1 y celebraban diversos encuentros de carácter privado, sus respectivas esposas mantenían una agenda paralela sólo para mujeres, ajustándose así al estricto código social de la inmensa mayoría de los países árabes, donde hombres y mujeres se reúnen por separado.
Corinna, según las fuentes diplomáticas consultadas, recibió en todo momento el mismo trato que las demás consortes (primeras damas o reinas) presentes en Abu Dhabi.
La compañera íntima de Juan Carlos de Borbón remplazó así a la reina de Sofía, asistiendo a un almuerzo en el Palacio de Al-Bahar ofrecido por la jequesa Fathima bint Mubarak, viuda del emir de Abu Dhabi, que ostenta el título de "Madre de la Nación" desde el fallecimiento del emir.
El banquete, según las mismas fuentes, se celebró en honor de las primeras damas presentes aquellos días en Emiratos Árabes. Y a él acudieron, además de la princesa Corinna, las esposas de los presidentes de Suráfrica y Rwanda o las consortes de varios jeques y ministros del país anfitrión.
Esta no habría sido, sin embargo, la primera vez. Como publicó la revista Vanity Fair hace un tiempo, ya en 2006 viajó a Arabia Saudita como "consejera estratégica", repitiendo al año siguiente "para llevarle a título particular, un mensaje altamente confidencial al príncipe Al-Waleed de Arabia Saudita de parte del rey".
La alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 47 años, amiga del rey Juan Carlos de España, fue recibida con "honores de consorte" por las autoridades de Emiratos Árabes Unidos durante un viaje a la capital de ese país, el pasado mes de noviembre, cuando acompañó al rey al Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi, según revelaron fuentes diplomáticas al periódico on-line español El Confidencial.
La publicación informa que el rey de España y Corinna zu Sayn-Wittgenstein viajaron a Abu Dhabi por invitación del emir Mohammed bin Rashid Al-Maktoum. También estuvieron presentes los presidentes de Sudáfrica, Rwanda, Gabón, Guinea, Chechenia y Seychelles, así como miembros de las familias reales de Arabia Saudí, Jordania, Omán y Qatar. Casi todos ellos acompañados de sus respectivas esposas.
Mientras el rey don Juan Carlos y los demás jefes de Estado presenciaban el Gran Premio de Fórmula 1 y celebraban diversos encuentros de carácter privado, sus respectivas esposas mantenían una agenda paralela sólo para mujeres, ajustándose así al estricto código social de la inmensa mayoría de los países árabes, donde hombres y mujeres se reúnen por separado.
Corinna, según las fuentes diplomáticas consultadas, recibió en todo momento el mismo trato que las demás consortes (primeras damas o reinas) presentes en Abu Dhabi.
La compañera íntima de Juan Carlos de Borbón remplazó así a la reina de Sofía, asistiendo a un almuerzo en el Palacio de Al-Bahar ofrecido por la jequesa Fathima bint Mubarak, viuda del emir de Abu Dhabi, que ostenta el título de "Madre de la Nación" desde el fallecimiento del emir.
El banquete, según las mismas fuentes, se celebró en honor de las primeras damas presentes aquellos días en Emiratos Árabes. Y a él acudieron, además de la princesa Corinna, las esposas de los presidentes de Suráfrica y Rwanda o las consortes de varios jeques y ministros del país anfitrión.
Esta no habría sido, sin embargo, la primera vez. Como publicó la revista Vanity Fair hace un tiempo, ya en 2006 viajó a Arabia Saudita como "consejera estratégica", repitiendo al año siguiente "para llevarle a título particular, un mensaje altamente confidencial al príncipe Al-Waleed de Arabia Saudita de parte del rey".