(PL) Estados Unidos e Israel crearon el virus informático Flame encaminado a robar información y retrasar el programa nuclear iraní, destaca la edición digital vespertina del diario The Washington Post.
El nocivo software (malware) estaba destinado conformar un mapa de la red informática, copiar archivos de los ordenadores de funcionarios y recabar información de inteligencia iraní para usarla como parte de una guerra cibernética en marcha, aseguraron funcionarios del gobierno.
Tomaron parte de la operación la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y militares de Israel, asevera la publicación.
Dichas entidades habrían laborado asimismo otro virus letal como Stuxnet, dirigido a provocar un mal funcionamiento en los equipos de enriquecimiento nuclear de la nación persa, asegura el Post.
En 2010, Stuxnet logró su propósito en parte del equipamiento de enriquecimiento atómico de Teherán.
Los detalles que surgen proporcionan nuevas pistas sobre lo que se cree resulta la primera campaña sostenida de cibersabotaje contra un adversario de Washington, enfatizó el rotativo.
Se trata de preparar el campo de batalla para otro tipo de acción encubierta, aseguró un exalto funcionario de inteligencia estadounidense quien agregó que Flame y Stuxnet constituyen elementos de un asalto más amplio que continúa en la actualidad.
Flame es uno los programas informáticos más sofisticados y subversivos de malware expuestos hasta la fecha, precisó.
Expertos refieren que el programa fue diseñado para replicarse a través de redes, incluso de alta seguridad, para luego comenzar a controlar las funciones cotidianas del ordenador y el envío de un flujo de secretos de vuelta a sus creadores.
El código puede activar micrófonos y cámaras de las computadoras, iniciarse mediante los golpes de teclado, tomar capturas de pantalla de la computadora, extraer datos de geolocalización, así como enviar y recibir comandos y datos a través de tecnología inalámbrica, agregó la publicación.
El 1 de junio, el diario The New York Times reveló que el presidente Barack Obama ordenó acelerar los ciberataques contra el programa nuclear de Teherán.
La información despertó serios cuestionamientos por parte de legisladores republicanos como el senador por Arizona John McCain, quien calificó el hecho como "fuga de información sensible para la seguridad nacional".
El nocivo software (malware) estaba destinado conformar un mapa de la red informática, copiar archivos de los ordenadores de funcionarios y recabar información de inteligencia iraní para usarla como parte de una guerra cibernética en marcha, aseguraron funcionarios del gobierno.
Tomaron parte de la operación la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y militares de Israel, asevera la publicación.
Dichas entidades habrían laborado asimismo otro virus letal como Stuxnet, dirigido a provocar un mal funcionamiento en los equipos de enriquecimiento nuclear de la nación persa, asegura el Post.
En 2010, Stuxnet logró su propósito en parte del equipamiento de enriquecimiento atómico de Teherán.
Los detalles que surgen proporcionan nuevas pistas sobre lo que se cree resulta la primera campaña sostenida de cibersabotaje contra un adversario de Washington, enfatizó el rotativo.
Se trata de preparar el campo de batalla para otro tipo de acción encubierta, aseguró un exalto funcionario de inteligencia estadounidense quien agregó que Flame y Stuxnet constituyen elementos de un asalto más amplio que continúa en la actualidad.
Flame es uno los programas informáticos más sofisticados y subversivos de malware expuestos hasta la fecha, precisó.
Expertos refieren que el programa fue diseñado para replicarse a través de redes, incluso de alta seguridad, para luego comenzar a controlar las funciones cotidianas del ordenador y el envío de un flujo de secretos de vuelta a sus creadores.
El código puede activar micrófonos y cámaras de las computadoras, iniciarse mediante los golpes de teclado, tomar capturas de pantalla de la computadora, extraer datos de geolocalización, así como enviar y recibir comandos y datos a través de tecnología inalámbrica, agregó la publicación.
El 1 de junio, el diario The New York Times reveló que el presidente Barack Obama ordenó acelerar los ciberataques contra el programa nuclear de Teherán.
La información despertó serios cuestionamientos por parte de legisladores republicanos como el senador por Arizona John McCain, quien calificó el hecho como "fuga de información sensible para la seguridad nacional".