«Miembros del personal del Vaticano que han estado filtrando embarazosas cartas sobre hechos de corrupción y nepotismo dentro de la minúscula ciudad-estado van a ser cazados por un escuadrón de choque de cardenales liderados por un miembro de alto nivel del grupo religioso Opus Dei.
»Irritado por la liberación anónima de documentos a la prensa ocurrida durante este año, el Papa Benedicto ha nombrado al Cardenal Julián Herranz, de 82 años, a la cabeza de un equipo de tres hombres que llamará a interrogatorio al personal y rebuscará entre los archivos hasta encontrar a los perpetradores de lo que se ha dado en llamar el “Vatileaks”. (…)
»El grupo de Herranz, que se reunió por primera vez este fin de semana, es sólo una de las tres iniciativas de investigación en marcha actualmente en la Santa Sede acerca de la filtración, en enero y febrero, de cartas mencionando el misterioso secuestro de Emanuela Orlandi (hija de un empleado del Vaticano) en 1983, la fecha posible de muerte de Benedicto, y un conflicto interno sobre hasta qué punto debería transparentarse el funcionamiento del Banco Vaticano en su intento de librarse de acusaciones de lavado de dinero.»
»Irritado por la liberación anónima de documentos a la prensa ocurrida durante este año, el Papa Benedicto ha nombrado al Cardenal Julián Herranz, de 82 años, a la cabeza de un equipo de tres hombres que llamará a interrogatorio al personal y rebuscará entre los archivos hasta encontrar a los perpetradores de lo que se ha dado en llamar el “Vatileaks”. (…)
»El grupo de Herranz, que se reunió por primera vez este fin de semana, es sólo una de las tres iniciativas de investigación en marcha actualmente en la Santa Sede acerca de la filtración, en enero y febrero, de cartas mencionando el misterioso secuestro de Emanuela Orlandi (hija de un empleado del Vaticano) en 1983, la fecha posible de muerte de Benedicto, y un conflicto interno sobre hasta qué punto debería transparentarse el funcionamiento del Banco Vaticano en su intento de librarse de acusaciones de lavado de dinero.»
Fuente: The Guardian,