El poeta escocés Robert Burns dijo alguna vez que si nos fuera dado el poder vernos como nos ven los demás, nos veríamos libres de muchos disparates y necedades.
Este consejo podría ser muy útil a ciertos presidente latinoamericanos que con la excusa del “cambio” han reeditado y agudizado todos los vicios pre existentes, y todavía pretenden prometer el paraíso terrenal a los decepcionados.
Durante la reciente cumbre de las Américas en Colombia, una vez más quedó en evidencia que Latinoamérica es una Sub-América y que el Norte sigue considerándola su patio trasero.
Los temas esenciales que estaban agendados, el de la despenalización de las drogas y el de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, restablecieron la división Norte Sur que los portavoces y lacayos del imperialismo pretenden siempre ignorar.
La mandataria argentina, siempre protagonista, se reunió con el presidente Obama, de Estados Unidos en el transcurso del cónclave. Durante el encuentro, la presidenta decidió mantenerse alejada del cura Fernando Lugo.
Para amortiguar el desaire, varios medios habían anticipado que Lugo no tenía previsto diálogo bilateral con la presidenta argentina, a pesar de que esos mismos medios insisten permanentemente en supuestos problemas comerciales que tendrían algunos contrabandistas paraguayos por “trabas argentinas”.
Las autoridades argentinas descartaron todo posible diálogo entre Lugo y Cristina sobre el supuesto problema causado por ciertos empresarios dedicados a la triangulación que son permanente agitados por la prensa alineada con la embajada norteamericana de Asunción.
Lugo, quien aprovechó la cumbre para criticar la inasistencia de Rafael Correa, debió conformarse con reunirse con el ultraderechista senador anti-castrista Marco Rubio, del Tea Party. Ni para las fotos Cristina se acercó a Lugo.
Las contradicciones entre los dichos y hechos del actual clérigo presidente de Paraguay, quien se promocionó como supuesto bolivariano, siguen causando asombro dentro de la izquierda bolivariana.
Cuando Obama visitó a Lula en Brasil, una flotilla de C17 GLobemaster fue desplegada por la Fuerza Aérea del imperio norteamericano, usando como portaviones al Paraguay del cura “bolivariano” y “teólogo de la Liberación” Fernando Lugo.
Los medios paraguayos incluso publicaron entonces las fotos de los aparatos, similares al que descendiera con una carga ilegal en Eseiza y fuera dignamente rechazado por la presidenta argentina Cristina Fernández. (Ver enlace:http://www.ultimahora.com/notas/413021-Aviones-de-EEUU-en-Paraguay-ante-gira-de-Obama-por-Latinoamerica)
Desde su llegada al gobierno, Lugo no ha hecho otra cosa que sumarse a cada vez más acuerdos para profundizar la penetración de USAID en las instituciones paraguayas a través del Plan Umbral, e incluso ha facilitado la importación del Plan Colombia con la coartada de combatir a una guerrilla marxista integrada por sus ex aliados políticos.
Durante la reciente cumbre de las Américas en Colombia, una vez más quedó en evidencia que Latinoamérica es una Sub-América y que el Norte sigue considerándola su patio trasero.
Los temas esenciales que estaban agendados, el de la despenalización de las drogas y el de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, restablecieron la división Norte Sur que los portavoces y lacayos del imperialismo pretenden siempre ignorar.
La mandataria argentina, siempre protagonista, se reunió con el presidente Obama, de Estados Unidos en el transcurso del cónclave. Durante el encuentro, la presidenta decidió mantenerse alejada del cura Fernando Lugo.
Para amortiguar el desaire, varios medios habían anticipado que Lugo no tenía previsto diálogo bilateral con la presidenta argentina, a pesar de que esos mismos medios insisten permanentemente en supuestos problemas comerciales que tendrían algunos contrabandistas paraguayos por “trabas argentinas”.
Las autoridades argentinas descartaron todo posible diálogo entre Lugo y Cristina sobre el supuesto problema causado por ciertos empresarios dedicados a la triangulación que son permanente agitados por la prensa alineada con la embajada norteamericana de Asunción.
Lugo, quien aprovechó la cumbre para criticar la inasistencia de Rafael Correa, debió conformarse con reunirse con el ultraderechista senador anti-castrista Marco Rubio, del Tea Party. Ni para las fotos Cristina se acercó a Lugo.
Las contradicciones entre los dichos y hechos del actual clérigo presidente de Paraguay, quien se promocionó como supuesto bolivariano, siguen causando asombro dentro de la izquierda bolivariana.
Cuando Obama visitó a Lula en Brasil, una flotilla de C17 GLobemaster fue desplegada por la Fuerza Aérea del imperio norteamericano, usando como portaviones al Paraguay del cura “bolivariano” y “teólogo de la Liberación” Fernando Lugo.
Los medios paraguayos incluso publicaron entonces las fotos de los aparatos, similares al que descendiera con una carga ilegal en Eseiza y fuera dignamente rechazado por la presidenta argentina Cristina Fernández. (Ver enlace:http://www.ultimahora.com/notas/413021-Aviones-de-EEUU-en-Paraguay-ante-gira-de-Obama-por-Latinoamerica)
Desde su llegada al gobierno, Lugo no ha hecho otra cosa que sumarse a cada vez más acuerdos para profundizar la penetración de USAID en las instituciones paraguayas a través del Plan Umbral, e incluso ha facilitado la importación del Plan Colombia con la coartada de combatir a una guerrilla marxista integrada por sus ex aliados políticos.
Desde Cartagena, Lugo también anunció que acatará las instrucciones del embajador James Thessin y mantendrá en su cargo a su ministro de Hacienda, Dionisio Borda.
Aunque la prensa mediática siga intentando seguir con su deshilachado libreto del “obispo de los pobres marxista y bolivariano” Fernando Lugo, lo cierto es que la realidad de los hechos muestra otra cosa.
Durante la reciente Cumbre de las Américas en Cartagena, Lugo exteriorizó su simpatía por la ultraderecha norteamericana.
Aunque la prensa mediática siga intentando seguir con su deshilachado libreto del “obispo de los pobres marxista y bolivariano” Fernando Lugo, lo cierto es que la realidad de los hechos muestra otra cosa.
Durante la reciente Cumbre de las Américas en Cartagena, Lugo exteriorizó su simpatía por la ultraderecha norteamericana.
En ese contexto, se reunió con el referente del Tea Party y del exilio cubano de Miami, el senador republicano Marco Rubio, quien es conocido por su posición de ultraderecha y prohibicionista en el tema legalización de las drogas.
Sin embargo, la prensa luguista de Paraguay difundió la versión de que Lugo “no había tenido posición” en el tema legalización de las drogas.
Para no dejar dudas de su filiación derechista, Lugo, calificó como una postura “radical” la decisión de Rafael Correa de no asistir a la VI Cumbre de las Américas en Cartagena.
Es notorio que Lugo simpatiza más con las posturas claudicantes, dado que desde su llegada al poder no ha hecho más que alinearse con la derecha norteamericana y privilegiar a los personeros de ONG que reciben fondos de USAID.
Ya lo advirtió el escritor austríaco Rainer María Rilke, hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
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LAW, el Dreyfusard
Es notorio que Lugo simpatiza más con las posturas claudicantes, dado que desde su llegada al poder no ha hecho más que alinearse con la derecha norteamericana y privilegiar a los personeros de ONG que reciben fondos de USAID.
Ya lo advirtió el escritor austríaco Rainer María Rilke, hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
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LAW, el Dreyfusard