Saif al Islam, el hijo del asesinado líder libio, Muamar el Gadafi, ha sido “agredido físicamente” durante su cautiverio en Zenten, al sur de Trípoli, según su defensa en el Tribunal Penal Internacional de la Haya.
Los abogados han afirmado en un comunicado que una milicia lo custodia en solitario y que había sido golpeado. Saif al Islam fue capturado el pasado mes de noviembre.
Los abogados afirman además que los fiscales en el país le han acusado de delitos menores, como irregularidades en una piscifactoría y una licencia de camellos.
El Gobierno libio y el Tribunal Penal Internacional mantienen una disputa sobre quién debe juzgar al hijo de Gadafi.
El TPI ha exigido al Gobierno libio su inmediato traslado a La Haya y ha criticado la petición de Libia de postergar la entrega del segundo hijo del líder libio, linchado brutalmente mientras lo filmaban con celulares.
El tribunal dictó en junio del año pasado una orden de captura internacional contra Saif al Islam Gadafi, su padre y el ex jefe de los servicios secretos libios por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
El Gobierno de “transición” libio quiere sin embargo procesar en el país al hombre de 39 años, detenido en noviembre en el sur, cerca de la frontera con Níger.
Los abogados han afirmado en un comunicado que una milicia lo custodia en solitario y que había sido golpeado. Saif al Islam fue capturado el pasado mes de noviembre.
Los abogados afirman además que los fiscales en el país le han acusado de delitos menores, como irregularidades en una piscifactoría y una licencia de camellos.
El Gobierno libio y el Tribunal Penal Internacional mantienen una disputa sobre quién debe juzgar al hijo de Gadafi.
El TPI ha exigido al Gobierno libio su inmediato traslado a La Haya y ha criticado la petición de Libia de postergar la entrega del segundo hijo del líder libio, linchado brutalmente mientras lo filmaban con celulares.
El tribunal dictó en junio del año pasado una orden de captura internacional contra Saif al Islam Gadafi, su padre y el ex jefe de los servicios secretos libios por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
El Gobierno de “transición” libio quiere sin embargo procesar en el país al hombre de 39 años, detenido en noviembre en el sur, cerca de la frontera con Níger.
