Vastos sectores de la sociedad salvadoreña mantienen vivo el legado religioso y social de monseñor Oscar Arnulfo Romero, al cumplirse hoy el 32 aniversario de su asesinato.
Organizaciones sociales y religiosas han dedicado esta semana múltiples actividades para rendir homenaje a monseñor Romero, que culminarán esta noche con una peregrinación en la capital y una vigilia.
En los tributos participa también el Gobierno, el primero en la historia del país en reivindicar el pensamiento del religioso, declarado por el presidente Mauricio Funes guía espiritual de la nación.
En un ciclo de conferencias en la iglesia El Rosario, del centro de San Salvador, el director de la Fundación Monseñor Romero, Edín Martínez, resaltó el amor del arzobispo mártir por el pueblo y los pobres.
La palabra pueblo en Monseñor Romero es una palabra de mucho contenido el pueblo al que él se refiere es a ese pueblo sufriente, golpeado, vacío de todo bien material, afirmó Martínez.
Romero, quien expresó que "la misión de la iglesia es identificarse con los pobres", fue ultimado el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba misa en la capilla del hospitalito Divina Providencia de la capital.
Un día antes, en su última homilía en la Catedral Metropolitana, hizo una dramática apelación a los hombres del ejército y al gobierno de entonces.
"Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre.
"En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión".
La Comisión de la Verdad, creada por las Naciones Unidas a partir de los Acuerdos de Paz de 1992, dio pistas en su informe del 15 de marzo de 1993 sobre la conspiración que terminó con la vida del religioso.
Cinco días después el entonces mandatario, Alfredo Cristiani, actual presidente del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), decretó una amnistía para los delitos durante el conflicto armado (1980-1992).
El informe reveló que el fundador de Arena, el mayor del ejército Roberto dAubuisson, ordenó el asesinato de monseñor Romero.
Los homenajes a monseñor Romero comenzaron desde el pasado lunes y fuentes de la fundación que lleva su nombre informaron que han tenido lugar en diversas partes del país.
Esta tarde, desde la plaza del Divino Salvador del Mundo, símbolo de la capital, partirá la Peregrinación de la Luz, caracterizada por portar los participantes farolitos artesanales.
La demostración culminará en la Catedral Metropolitana, donde está programada una misa y posteriormente una vigilia cultural.
Organizaciones sociales y religiosas han dedicado esta semana múltiples actividades para rendir homenaje a monseñor Romero, que culminarán esta noche con una peregrinación en la capital y una vigilia.
En los tributos participa también el Gobierno, el primero en la historia del país en reivindicar el pensamiento del religioso, declarado por el presidente Mauricio Funes guía espiritual de la nación.
En un ciclo de conferencias en la iglesia El Rosario, del centro de San Salvador, el director de la Fundación Monseñor Romero, Edín Martínez, resaltó el amor del arzobispo mártir por el pueblo y los pobres.
La palabra pueblo en Monseñor Romero es una palabra de mucho contenido el pueblo al que él se refiere es a ese pueblo sufriente, golpeado, vacío de todo bien material, afirmó Martínez.
Romero, quien expresó que "la misión de la iglesia es identificarse con los pobres", fue ultimado el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba misa en la capilla del hospitalito Divina Providencia de la capital.
Un día antes, en su última homilía en la Catedral Metropolitana, hizo una dramática apelación a los hombres del ejército y al gobierno de entonces.
"Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre.
"En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión".
La Comisión de la Verdad, creada por las Naciones Unidas a partir de los Acuerdos de Paz de 1992, dio pistas en su informe del 15 de marzo de 1993 sobre la conspiración que terminó con la vida del religioso.
Cinco días después el entonces mandatario, Alfredo Cristiani, actual presidente del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), decretó una amnistía para los delitos durante el conflicto armado (1980-1992).
El informe reveló que el fundador de Arena, el mayor del ejército Roberto dAubuisson, ordenó el asesinato de monseñor Romero.
Los homenajes a monseñor Romero comenzaron desde el pasado lunes y fuentes de la fundación que lleva su nombre informaron que han tenido lugar en diversas partes del país.
Esta tarde, desde la plaza del Divino Salvador del Mundo, símbolo de la capital, partirá la Peregrinación de la Luz, caracterizada por portar los participantes farolitos artesanales.
La demostración culminará en la Catedral Metropolitana, donde está programada una misa y posteriormente una vigilia cultural.
