Ocho oficiales militares y de inteligencia de Estados Unidos firmaron una carta abierta al Presidente Obama para exhortarle a que se oponga a una guerra con Irán.
La carta fue publicada en formato de un aviso de una página entera en la edición del Washington Post del lunes.
Los firmantes incluían al Coronel Lawrence Wilkerson, quien fue el jefe de personal del ex secretario de Estado Colin Powell y ex oficial de inteligencia nacional de la CIA.
La página se titula “Señor Presidente: Di no a una guerra inducida con Irán “, y está patrocinado por el Consejo Nacional Iraní Estadounidense, una organización no partidaria, sin fines de lucro con sede en Washington.
La página se titula “Señor Presidente: Di no a una guerra inducida con Irán “, y está patrocinado por el Consejo Nacional Iraní Estadounidense, una organización no partidaria, sin fines de lucro con sede en Washington.
La carta afirma que “no todos los desafíos tienen una solución militar” y “a menos que nosotros o un aliado sea atacado, la guerra debe ser la opción de último recurso”.
El anuncio también incluye citas de altos mandos militares y ex funcionarios de inteligencia que explican por qué atacar a Irán es un paso en falso.
El anuncio también incluye citas de altos mandos militares y ex funcionarios de inteligencia que explican por qué atacar a Irán es un paso en falso.
Entre los citados se incluyen al Presidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor General Martin Dempsey; el secretario de Defensa, Leon Panetta; el ex secretario de Defensa, Robert Gates; el ex comandante del Comando Central General Anthony Zinni, y el ex presidente del Estado Mayor Conjunto, almirante Michael Mullen.
El anuncio es un indicio de la creencia generalizada entre los militares y la Inteligencia de que una guerra con Irán es a la vez innecesaria y extremadamente peligrosa.
El presidente Obama se ha enfrentado a la presión de los halcones en el Congreso, del lobby de Israel, y de grupos de presión nacionales empeñados en la intervención de EE.UU..
El anuncio es un indicio de la creencia generalizada entre los militares y la Inteligencia de que una guerra con Irán es a la vez innecesaria y extremadamente peligrosa.
El presidente Obama se ha enfrentado a la presión de los halcones en el Congreso, del lobby de Israel, y de grupos de presión nacionales empeñados en la intervención de EE.UU..
Obama se ha resistido a la presión, al menos por ahora, pero su política declarada sigue insistiendo en la posibilidad de una guerra preventiva con Irán, algo que muchos vieron como pretexto para una grave agresión internacional cuando se declaró como política en el gobierno de George W. Bush.
Aunque la administración de Obama ha mantenido a raya un ataque militar por ahora, se sigue utilizando un duro lenguaje contra Irán por su programa de armas nucleares que, según altos militares de EE.UU. y la comunidad de inteligencia, no existe.
Aunque la administración de Obama ha mantenido a raya un ataque militar por ahora, se sigue utilizando un duro lenguaje contra Irán por su programa de armas nucleares que, según altos militares de EE.UU. y la comunidad de inteligencia, no existe.