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Reunión entre presidente mexicano y jefe de la CIA genera incertidumbre

El encuentro en México entre el presidente Felipe Calderón y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David H. Petraeus, en la que revisaron temas de seguridad, ha generado mucho revuelo.

De acuerdo con un comunicado de la Presidencia mexicana, el encuentro se celebró en la residencia oficial de Los Pinos, donde “intercambiaron puntos de vista sobre la agenda de seguridad entre México y Estados Unidos, y acordaron seguir estrechando los lazos en esta materia, impulsados por ambos Gobiernos”.

No obstante, la prensa mexicana ha criticado la ausencia de información sobre esta reunión.
 
Se conoció un escueto comunicado y posteriormente el secretario de Gobierno ofreció una rueda de prensa, en la que no se dieron detalles del encuentro.

Calderón sólo dijo que se trataron “temas de colaboración e intercambio de información en temas de seguridad” y de acuerdos aprobados por el Senado de la República, los cuales no violan los acuerdos internacionales.

No obstante, el secretario de Gobierno “se negó a dar pormenores de los tipos de datos del intercambio” y sólo “dijo que se trataban de temas estratégicos”.

México ha sido escenario para que las fuerzas armadas de EEUU realicen operaciones encubiertas sin siquiera dar el aviso respectivo al Gobierno, en tanto que las medidas adoptadas por la administración de Calderón para combatir el crimen organizado y el narcotráfico han dejado un saldo de más de 60.000 muertos, según cifras de organizaciones civiles.

Durante una operación llamada “Rápido y Furioso”, impulsada por la Oficina para el Control de Tabaco y Alcohol de Estados Unidos, se ingresaron unas dos mil armas ilegales a territorio mexicano.

La justificación fue hacer seguimiento de los armamentos y someter a las bandas armadas.
 
Sin embargo, éstas no fueron recuperadas en su totalidad y aún se encuentran en manos de criminales.

Además, recientemente se conoció de una segunda operación para el lavado de dinero, por parte de la agencia antidrogas de EEUU (DEA).

El presidente Felipe Calderón afirmó que no tenía conocimiento de ninguna de las operaciones. 
 
Esto enrareció mucho la relaciones de cooperación entre los dos países.

Las medidas adoptadas por el Gobierno mexicano para combatir el crimen organizado y el narcotráfico ha dejado un saldo de más de 47.000 muertos en cinco años, según cifras oficiales, mientras que organizaciones civiles dedicadas a hacer seguimiento sobre esta situación indican reportes que sobrepasan los 60 mil muertos.

El Universal / La Jornada / Telesur

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