La hasta ahora exuberante naturaleza que posee el Río San Juan,
podría no ser más que una referencia histórica dentro de unos cuantos
años cuando se empiecen a sentir las verdaderas dimensiones del impacto
que tendrá la carretera que construye el gobierno costarricense en la
margen sur de este cauce.
Un recorrido a lo largo de los 140 kilómetros que tendrá la carretera
cuando ya esté finalizada, basta para ver observar a simple vista cuán
grande será el daño de esta vía.
Son 140 kilómetros de destrucción
total.
Allí, el gobierno costarricense, haciendo uso de todos sus
recursos económicos, no está dejando piedra sobre piedra, ya que sin
ningún plan de mitigación ambiental, devastó prácticamente todo lo que
encontró a su paso.
La maquinaria pesada trabaja todo el día en despalar árboles, devastar cerros, desviar arroyos, y quitar todo obstáculo a los patroles que poco a poco van dándole forma a la carretera, ya que a pesar de que se ha dicho que la misma está siendo construida paralela al Río San Juan, la verdad, es que también se extiende más allá de tres millas náuticas abajo de El Castillo, y por lo tanto afectando también la frontera terrestre.
Sin embargo, la más triste que se observa de lo que Costa Rica ha vendido como una vía alterna para comunicar a su población ribereña, son la apertura de la trocha y la red de alcantarillados dispuesta en un trecho de más de 90 kilómetros del San Juan.
La maquinaria pesada trabaja todo el día en despalar árboles, devastar cerros, desviar arroyos, y quitar todo obstáculo a los patroles que poco a poco van dándole forma a la carretera, ya que a pesar de que se ha dicho que la misma está siendo construida paralela al Río San Juan, la verdad, es que también se extiende más allá de tres millas náuticas abajo de El Castillo, y por lo tanto afectando también la frontera terrestre.
Sin embargo, la más triste que se observa de lo que Costa Rica ha vendido como una vía alterna para comunicar a su población ribereña, son la apertura de la trocha y la red de alcantarillados dispuesta en un trecho de más de 90 kilómetros del San Juan.
Allí, los frágiles suelos, de vocación ciento
por ciento forestal, están sucumbiendo a la maquinaria pesada y por lo
tanto yendo a parar directamente al rio.
“Lo que hemos podido ver eso odio contra nuestro Rio San Juan porque parece que no tiene ninguna inspección y ninguna supervisión de parte de las autoridades costarricenses”, señaló el ambientalista Camilo Lara, luego de un recorrido terrestre y aéreo por la zona.
“Creo que esto no es ni sensacionalismo, ni es amarillismo, sencillamente es una realidad que los nicaragüenses debemos afrontar”, subrayó Lara refiriéndose a los daños irreversibles que ya son manifiestos en todo el ecosistema de la cuenca del rio.
“Lo que hemos podido ver eso odio contra nuestro Rio San Juan porque parece que no tiene ninguna inspección y ninguna supervisión de parte de las autoridades costarricenses”, señaló el ambientalista Camilo Lara, luego de un recorrido terrestre y aéreo por la zona.
“Creo que esto no es ni sensacionalismo, ni es amarillismo, sencillamente es una realidad que los nicaragüenses debemos afrontar”, subrayó Lara refiriéndose a los daños irreversibles que ya son manifiestos en todo el ecosistema de la cuenca del rio.
Ahorita es grave, mañana será peor
Las autoridades nicaragüenses e incluso movimientos ecologistas, han hecho sonar la alarma, sin que el Gobierno de Costa Rica se inmute siquiera, pues desde que se dio a conocer la noticia de la construcción de la carretera, lo que se observa es el incremento y agilización de los trabajos.
Ello es evidente tanto desde tierra como desde el aire. La trocha abierta en casi su totalidad está dando paso al ingreso de más maquinaria y por lo tanto de una mayor aceleración de la obra.
Para los expertos, lo que se observa por el momento, es apenas el inicio de lo que será una catástrofe ambiental.
La explicación, según indican, es bien sencilla: luego de la apertura de la carretera no solamente empezarán a aumentar la cantidad de sedimentos producto de la deforestación más acelerada de la margen sur de la cuenca, sino que el desarrollo traerá también un mayor número de asentamientos humanos en una zona de por si frágil.
Nunca se había visto una destrucción así
La población de la zona, aseguró que un daño ecológico como el que se está llevando a cabo, nunca se había visto.
“Esto nunca se había visto, es la primera vez, se está destruyendo todo con la construcción de la carretera. Esto va a traer mucho daños al rio”, manifestó Carlos José Rivas, poblador del municipio del Castillo.
Con esto, según las personas, se ha venido por tierra esa imagen que ha vendido Costa Rica de que es un país respetuoso del medio ambiente.
“Están botando todo, es grave lo que están haciendo.
Las autoridades nicaragüenses e incluso movimientos ecologistas, han hecho sonar la alarma, sin que el Gobierno de Costa Rica se inmute siquiera, pues desde que se dio a conocer la noticia de la construcción de la carretera, lo que se observa es el incremento y agilización de los trabajos.
Ello es evidente tanto desde tierra como desde el aire. La trocha abierta en casi su totalidad está dando paso al ingreso de más maquinaria y por lo tanto de una mayor aceleración de la obra.
Para los expertos, lo que se observa por el momento, es apenas el inicio de lo que será una catástrofe ambiental.
La explicación, según indican, es bien sencilla: luego de la apertura de la carretera no solamente empezarán a aumentar la cantidad de sedimentos producto de la deforestación más acelerada de la margen sur de la cuenca, sino que el desarrollo traerá también un mayor número de asentamientos humanos en una zona de por si frágil.
Nunca se había visto una destrucción así
La población de la zona, aseguró que un daño ecológico como el que se está llevando a cabo, nunca se había visto.
“Esto nunca se había visto, es la primera vez, se está destruyendo todo con la construcción de la carretera. Esto va a traer mucho daños al rio”, manifestó Carlos José Rivas, poblador del municipio del Castillo.
Con esto, según las personas, se ha venido por tierra esa imagen que ha vendido Costa Rica de que es un país respetuoso del medio ambiente.
“Están botando todo, es grave lo que están haciendo.
En vez de hacer algo por
la naturaleza más bien la están destruyendo.
Ellos no protegen nada.
Es
una gran lástima porque más abajo están destruyendo el rio San Juan, y
el rio San Juan es lo más precioso que hay en Nicaragua”, se quejó
Darlin Velázquez, pobladora también del municipio de El Castillo.
Ticos quieren adueñarse del Río
El porqué Costa Rica está decidida a llevar a término esta carretera y con ello destruir el San Juan, tampoco es muy difícil de explicar.
Ticos quieren adueñarse del Río
El porqué Costa Rica está decidida a llevar a término esta carretera y con ello destruir el San Juan, tampoco es muy difícil de explicar.
La
codicia costarricense por adueñarse del Río se remonta a más de 150
años, tiempo en el cual Nicaragua ha logrado demostrar de su sumo
imperio sobre el Río.
La misma Corte Internacional de Justicia (CIJ), ha
reconocido que la soberanía del afluente corresponde a Nicaragua,
otorgándole Costa Rica derechos limitados en cuanto a la navegación por
el mismo.
Sin embargo, Costa Rica, a pesar de sus derrotas en el derecho internacional, no ha cesado en sus tentativas de adueñarse aunque sea de una pequeña parte del San Juan.
Sin embargo, Costa Rica, a pesar de sus derrotas en el derecho internacional, no ha cesado en sus tentativas de adueñarse aunque sea de una pequeña parte del San Juan.
El último de sus intentos
es el derecho de soberanía que se arroga en dos kilómetros cuadrados de
suampos en Harbour Head, así como también su negativa a querer detener
el dragado del Rio, lo cual permitiría no solamente recuperar la
navegabilidad desde el brazo del Colorado hasta la desembocadura, sino
también recuperar la conectividad ecológica entre el San Juan y el Lago
Cocibolca, único lago de agua dulce del mundo donde hay tiburones.
Nicaragua, consciente de que le asiste la razón y las leyes, aceptó que el caso se ventilara en La Haya, la cual reiteró los derechos nicaragüenses a dragar el rio, no así la soberanía sobre los dos kilómetros cuadrados de suampos los cuales Costa Rica se niega reconocer nicaragüenses, debiendo la Corte fallar al respecto, luego de analizar los documentos históricos que presente cada país.
Cabe recordar, que recién surgido este último conflicto, Costa Rica, en un alarde nunca antes visto, envío tropas fuertemente armadas a la frontera con Nicaragua, un hecho que arrojó por la borda aquel concepto que había de una Costa Rica supuestamente amante de la paz.
De acuerdo a los expertos en derecho internacional, Costa Rica, realmente espera muy poco en la Corte Internacional de Justicia, lo que le ha motivado a poner en marcha proyecto carretero en la ribera del San Juan.
Nicaragua, consciente de que le asiste la razón y las leyes, aceptó que el caso se ventilara en La Haya, la cual reiteró los derechos nicaragüenses a dragar el rio, no así la soberanía sobre los dos kilómetros cuadrados de suampos los cuales Costa Rica se niega reconocer nicaragüenses, debiendo la Corte fallar al respecto, luego de analizar los documentos históricos que presente cada país.
Cabe recordar, que recién surgido este último conflicto, Costa Rica, en un alarde nunca antes visto, envío tropas fuertemente armadas a la frontera con Nicaragua, un hecho que arrojó por la borda aquel concepto que había de una Costa Rica supuestamente amante de la paz.
De acuerdo a los expertos en derecho internacional, Costa Rica, realmente espera muy poco en la Corte Internacional de Justicia, lo que le ha motivado a poner en marcha proyecto carretero en la ribera del San Juan.
Todo indica, en palabras
del ecologista Camilo Lara, de que los ticos están pensando con esta
obra de que si el rio no fue de ellos, tampoco será de los
nicaragüenses.
Los daños causados hasta el momento por este proyecto, son irreversibles, ya que además de las miles de toneladas de sedimentos que ya han caído al rio, también se ha roto el orden ecológico entre la flora y fauna en la margen sur del rio.
Violación a la soberanía nacional
En sus alardes de locura, el gobierno tico no se ha limitado al romper el orden ecológico en la cuenca del San Juan, ya que desde las tres millas náuticas abajo del Río y en todo el tramo de la frontera terrestre ha también violado la soberanía nacional, removiendo mojones y construyendo la carretera prácticamente dentro de territorio nicaragüense, violando de esta manera las leyes y convenciones internacionales de que ambos países son suscriptores.
Esto ha traído no solo perjuicio a la soberanía nacional de Nicaragua, sino también perjuicios a ciudadanos nicaragüenses, quienes han visto como las maquinarias pesadas enviadas por el gobierno costarricense han cercenado parte de sus propiedades bajo el argumento de que estaban en suelo tico.
Una de estas denuncias fue interpuesta por el ciudadano Julio Amador Saldoval, quien pidió a al gobierno de Nicaragua que envíe a sus técnicos a verificar por dónde pasa realmente la línea fronteriza, ya que los costarricense le botaron los cercos y penetraron con la carretera unos 6 metros dentro de su propiedad, advirtiéndole además que incluso su vivienda se encuentra dentro de territorio costarricense, de tal manera que también corre el peligro de ser derribada.
“Lo que quiero saber es verdaderamente por dónde va la línea fronteriza”, señaló.
Amador dijo que al momento de que llegaron los ingenieros ticos, estos no le presentaron ningún documento que dijera que la propiedad estaba dentro del derecho fronterizo de Costa Rica, sino que simplemente tiraron la carretera en territorio que siempre creyó le pertenecía a Nicaragua.
“Ellos nada más venían sacando la línea del mojón 10 y el ingeniero dijo que la frontera venía jaladita para dentro (del territorio nicaragüense), pero ellos no presentaron ningún documento”, manifestó este señor, quien aseguró habitar la zona desde 1977.
Nicaragua deberá demandar
El ambientalista Camilo Lara advirtió que todos estos daños dijo que esto debe ser inmediatamente denunciado ante el mundo, ya que va más allá del tema de Harbour Head.
A su criterio, la carretera ya es un hecho dado que el mismo canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, advirtió que esto no está sujeto a discusión con Nicaragua.
“Creo que aquí a lo que tenemos que apostar es a una demanda internacional, después de valorar los daños ambientales, los daños sociales y los daños económicos”, dijo advirtiendo en la necesidad de hacer una valoración económica “de lo que Costa Rica debería de pagarle a Nicaragua por estos daños”.
Recordó que Costa Rica quiso cobrarle a Nicaragua 10 millones dólares por los supuestos daños ecológicos causado en Harbour Head, de allí que el país debe pensar en una remuneración económica no solo por los daños inmediatos, sino también los de mediano y largo plazo.
El ecologista advirtió que con todo y las obras de mitigación que se puedan hacer de ahora en adelante, ”será muy poco lo que se pueda hacer ya por el Rio San Juan”.
Los daños causados hasta el momento por este proyecto, son irreversibles, ya que además de las miles de toneladas de sedimentos que ya han caído al rio, también se ha roto el orden ecológico entre la flora y fauna en la margen sur del rio.
Violación a la soberanía nacional
En sus alardes de locura, el gobierno tico no se ha limitado al romper el orden ecológico en la cuenca del San Juan, ya que desde las tres millas náuticas abajo del Río y en todo el tramo de la frontera terrestre ha también violado la soberanía nacional, removiendo mojones y construyendo la carretera prácticamente dentro de territorio nicaragüense, violando de esta manera las leyes y convenciones internacionales de que ambos países son suscriptores.
Esto ha traído no solo perjuicio a la soberanía nacional de Nicaragua, sino también perjuicios a ciudadanos nicaragüenses, quienes han visto como las maquinarias pesadas enviadas por el gobierno costarricense han cercenado parte de sus propiedades bajo el argumento de que estaban en suelo tico.
Una de estas denuncias fue interpuesta por el ciudadano Julio Amador Saldoval, quien pidió a al gobierno de Nicaragua que envíe a sus técnicos a verificar por dónde pasa realmente la línea fronteriza, ya que los costarricense le botaron los cercos y penetraron con la carretera unos 6 metros dentro de su propiedad, advirtiéndole además que incluso su vivienda se encuentra dentro de territorio costarricense, de tal manera que también corre el peligro de ser derribada.
“Lo que quiero saber es verdaderamente por dónde va la línea fronteriza”, señaló.
Amador dijo que al momento de que llegaron los ingenieros ticos, estos no le presentaron ningún documento que dijera que la propiedad estaba dentro del derecho fronterizo de Costa Rica, sino que simplemente tiraron la carretera en territorio que siempre creyó le pertenecía a Nicaragua.
“Ellos nada más venían sacando la línea del mojón 10 y el ingeniero dijo que la frontera venía jaladita para dentro (del territorio nicaragüense), pero ellos no presentaron ningún documento”, manifestó este señor, quien aseguró habitar la zona desde 1977.
Nicaragua deberá demandar
El ambientalista Camilo Lara advirtió que todos estos daños dijo que esto debe ser inmediatamente denunciado ante el mundo, ya que va más allá del tema de Harbour Head.
A su criterio, la carretera ya es un hecho dado que el mismo canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, advirtió que esto no está sujeto a discusión con Nicaragua.
“Creo que aquí a lo que tenemos que apostar es a una demanda internacional, después de valorar los daños ambientales, los daños sociales y los daños económicos”, dijo advirtiendo en la necesidad de hacer una valoración económica “de lo que Costa Rica debería de pagarle a Nicaragua por estos daños”.
Recordó que Costa Rica quiso cobrarle a Nicaragua 10 millones dólares por los supuestos daños ecológicos causado en Harbour Head, de allí que el país debe pensar en una remuneración económica no solo por los daños inmediatos, sino también los de mediano y largo plazo.
El ecologista advirtió que con todo y las obras de mitigación que se puedan hacer de ahora en adelante, ”será muy poco lo que se pueda hacer ya por el Rio San Juan”.