
John Pike es un teniente de la policía de
Davis. en el Estado de California, que se ha convertido en el represor
contra el movimiento Occupy Wall Street más conocido del mundo.
Este policía con cara de Rambo es la prueba más palpable de lo que el American Way of Live define como la libertad de expresión y la democracia a la made in USA.
El mundo entero ha podido apreciar en fotos y vídeos cómo este teniente Robocop esparce gas pimienta en los ojos a estudiantes de la Universidad de California con toda la tranquilidad del mundo.
Estos estudiantes se encuentran en el campus de su Universidad en una manifestación de apoyo al movimiento Occupy Wall Street.
Ahora imaginemos esta macabra escena en
La Habana y hagámonos la pregunta, ¿qué hubiera pasado si el teniente
John Pike envés de ser un teniente de la policía de California, fuera un
teniente de la policía de La Habana?
¿Qué pasaría si esas horripilantes
escenas que vemos a diario donde los policías antimotines
norteamericanos arremeten con toda brutalidad contra los manifestantes
del movimiento Occupy Wall Street en vez de ser en los Estados Unidos fueran en Cuba?
Policía rocía con gas pimienta a estudiantes en la Universidad de California
Si Pike, en vez de ser un policía norteamericano fuera un policía cubano y los manifestantes de Occupy Wall Street las “Damas de Verde” (disculpe, quise decir las Damas de Blanco),
entonces otro gallo cantaría.
Comenzarían las injurias contra Cuba y
las arengas sobre los derechos humanos y la libertad de expresión.
Diarios como El País de España o el Süddeutscher Zeitung
de Alemania publicarían la escena en la primera plana.
Las campañas
mediáticas para desacreditar a Cuba y a la Revolución no se harían
esperar y nuestra indigna bloguera “rebelde”, Yoani,
con toda seguridad les dedicaría uno de sus perjuiciosos artículos.
Los
grandes medios comenzarían a reportar sobre la brutalidad de la policía
cubana y Fidel y Raúl Castro por supuesto fueran los culpables.
Algunos políticos europeos comenzarían a hablar de sanciones y de
posiciones comunes mientras que Obama exigiría del gobierno de La Habana
que respetara el derecho de los cubanos a manifestarse.
Pero no, esta escena no es en Cuba, esta
escena es en los Estados Unidos de América y por eso aunque la veamos en
los titulares de los grandes medios pasará inadvertida porque ese país
como es el más poderoso del planeta lo puede todo.
Ellos pueden hacer y
deshacer a sus antojos y el teniente John Pike lo sabe.
Él sabe que se
puede dar el lujo de repetir esa escena cada vez que le venga en gana,
porque él es como Rambo, inmortal y él sabe que la Casa Blanca lo
respalda y como los de la Casa Blanca mandan en el mundo, él y sus
colegas antimotines están a salvo de toda condena.
Esta es la triste realidad que nos ha
tocado vivir desde que esos fanfarrones de Norteamérica se han apoderado
del universo.
Nuestra triste y cruda realidad.
Parece una pesadilla
pero es la triste realidad de un mundo donde las guerras y el terrorismo
vuelven a estar a la orden del día como la cosa más normal del mundo.
El país más poderoso del planeta engaña al mundo entero, lo manipula,
lo corrompe, lo engatusa, lo pervierte, contamina el medio ambiente como
ningún otro país, mantiene a personas inocentes en sus cárceles, aplica
la pena de muerte a cientos de asesinos pero también a cientos de
inocentes, viola el espacio aéreo y la soberanía nacional de otras
naciones incluyendo la de sus marionetas, invade a naciones soberanas,
no respeta a los amigos y sataniza a sus enemigos, lanza bombas y
cohetes “inteligentes” donde y cuando le venga en gana, asesina a
presidentes elegidos constitucionalmente, crea y protege terroristas,
origina crisis económicas, inventa enemigos para crear guerras y
apoderarse de los recursos naturales de otras naciones, convierte a
mercenarios en rebelde y guerras civiles en revoluciones.
Ellos pueden
ser los más grandes exportadores de armas del mundo y al mismo tiempo
prohibir a otros países el derecho de crear su propio sistema de defensa
para así destruirlos con más facilidad.
Pueden además darse “el lujo”
de haber sido el único país del mundo que ha arrojado bombas atómicas
contra pueblos indefensos y al mismo tiempo decidir que país puede
desarrollar o no su energía atómica con fines pacíficos mientras que
ellos perfeccionan sus armas de destrucción masiva, incluidas las
atómicas.
Y cuando una organización internacional como la UNESCO
decide romper con los dictados de estos delincuentes disfrazados de
demócrata entonces como represalias y para dar un escarmiento deciden
castigar a la humanidad privándola de los presupuestos que tanto
necesita.
¿Cómo se le puede ocurrir a la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura desafiar a los Estados
Unidos de Norteamérica y a su eterno socio Israel reconociendo al Estado Palestino como miembro pleno?
La humanidad debe saber que tanto John
Pike como los Guerreros Hijos de Israel son intocables, y ellos lo
saben. Ellos podrán seguir cometiendo sus desmanes impunemente.
John
Pike podrá seguir roceando gas pimienta a los manifestantes de Ocupa
Wall Street y los guerreros de Israel podrán seguir sembrando el terror
contra el sufrido pueblo palestino porque el Imperio los ampara y ellos
son los que dictan y mandan y nosotros estamos ahí para acatar sus
barbaridades por muy nefastas e impúdicas que estas sean.
¡God bless America y a las barbaridades que cometen!
A modo de aclaración:
Cuando me refiero a Israel en mi artículo me refiero a sus guerreros
sionistas. Hacia el sufrido pueblo de Israel mis má sincero respeto,
ellos también han sufrido como el pueblo palestino y el pueblo cubano
bajo los efectos de políticas y políticos detestables.