“Creo que lo más importante, es que otra vez ha quedado reconocido ante
el mundo que los procesos nicaragüenses son democráticos y que sus
resultados están validos no solamente por estos observadores (OEA), sino
también por la propia gente que es lo más importante”, señaló Grigsby
al realizar sus valoraciones sobre el informe de la Misión de
Acompañamiento Electoral realizado por la Organización de Estados
Americanos (OEA).
El analista manifestó que las recomendaciones y criterios dados por la misión de la OEA, pueden o no resultar pertinentes, siempre y cuando se realicen con buenas intenciones, pero que finalmente serán los miembros de la próxima Asamblea Nacional, los que se encargaran de desestimar o acoger las sugerencias del órgano regional.
“Lo más importante es que la OEA reconoce el resultado que las autoridades electorales en Nicaragua, han dado sobre las elecciones. Hay algunas recomendaciones que pueden o no resultar pertinente y eso va a depender de la próxima Asamblea Nacional… es un asunto de soberanía nicaragüense”, determinó.
Sobre reformas a Ley Electoral
Ante la pregunta de si caben realizar reformas a la actual Ley Electoral, Grigsby recordó que la misma fue redactada siguiendo orientaciones del gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2001), es decir bajo principios y una lógica neoliberal, con el claro propósito de evitar que el Frente Sandinista, protestara ante procesos electorales amañados, como el acontecido precisamente en 1996, cuando las urnas y boletas se pasearon por las calles y basureros de la capital.
“Nosotros (el Frente Sandinista) nos hemos acomodado a esa ley y hemos obedecido esa ley y así hemos competido en las elecciones del 2001, 2004, 2006, 2008 y ahora en el 2011… Creo que ahora se impone la necesidad de reformular esa ley con un amplio consenso (…) pero creo que también esa ley debe corresponder a las necesidades nicaragüenses, sin necesidad de estar aquí escuchando, imponiendo criterios que no son adecuados a nuestra realidad”.
Grigsby manifestó que una vez que la OEA y otros organismos que acompañaron el proceso electoral, han coincidido en afirmar que las elecciones son legitimas y validas, la oposición al Gobierno Sandinista debe replantear su estrategia y debe sumarse a la política de consenso que seguirá implementando el Presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra.
El Frente Sandinista gracias al apoyo decidido y masivo del pueblo nicaragüense, logró un triunfo contundente superior al 62 por ciento de los votos validos, mientras el partido del segundo lugar alcanzó un apoyo del 31 por ciento.
El analista manifestó que las recomendaciones y criterios dados por la misión de la OEA, pueden o no resultar pertinentes, siempre y cuando se realicen con buenas intenciones, pero que finalmente serán los miembros de la próxima Asamblea Nacional, los que se encargaran de desestimar o acoger las sugerencias del órgano regional.
“Lo más importante es que la OEA reconoce el resultado que las autoridades electorales en Nicaragua, han dado sobre las elecciones. Hay algunas recomendaciones que pueden o no resultar pertinente y eso va a depender de la próxima Asamblea Nacional… es un asunto de soberanía nicaragüense”, determinó.
Sobre reformas a Ley Electoral
Ante la pregunta de si caben realizar reformas a la actual Ley Electoral, Grigsby recordó que la misma fue redactada siguiendo orientaciones del gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2001), es decir bajo principios y una lógica neoliberal, con el claro propósito de evitar que el Frente Sandinista, protestara ante procesos electorales amañados, como el acontecido precisamente en 1996, cuando las urnas y boletas se pasearon por las calles y basureros de la capital.
“Nosotros (el Frente Sandinista) nos hemos acomodado a esa ley y hemos obedecido esa ley y así hemos competido en las elecciones del 2001, 2004, 2006, 2008 y ahora en el 2011… Creo que ahora se impone la necesidad de reformular esa ley con un amplio consenso (…) pero creo que también esa ley debe corresponder a las necesidades nicaragüenses, sin necesidad de estar aquí escuchando, imponiendo criterios que no son adecuados a nuestra realidad”.
Grigsby manifestó que una vez que la OEA y otros organismos que acompañaron el proceso electoral, han coincidido en afirmar que las elecciones son legitimas y validas, la oposición al Gobierno Sandinista debe replantear su estrategia y debe sumarse a la política de consenso que seguirá implementando el Presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra.
El Frente Sandinista gracias al apoyo decidido y masivo del pueblo nicaragüense, logró un triunfo contundente superior al 62 por ciento de los votos validos, mientras el partido del segundo lugar alcanzó un apoyo del 31 por ciento.
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