(PL) Al menos 114 policías hondureños que fueron removidos de sus cargos
en esta capital por irregularidades, serán enviados a otras jefaturas
departamentales donde continuarán en el desempeño de sus funciones,
informó hoy el diario La Tribuna.Los agentes, de un distrito del barrio La Granja en Comayagüela, junto a los jefes de las postas de la zona sur de Tegucigalpa fueron suspendidos de sus cargos, tras la implicación de algunos de sus compañeros en el asesinato de dos jóvenes universitarios el 22 de octubre.
Además, ante las sospechas de que formaban bandas de sicarios, roba carros, narcotraficantes, cobradores de "impuesto de guerra" y secuestradores, destacó el rotativo.
El , confirmó que los efectivos fueron apartados de la Jefatura Metropolitana Número uno por órdenes del director general, José Ricardo Ramírez de Cid.
Para no pocos críticos de las medidas tomadas hasta el momento por el gobierno del presidente Porfirio Lobo en la institución castrense, se han producido solo "cambios cosméticos", subrayó el diario El Heraldo.
La Ley Orgánica de La Policía, en su artículo 43, otorga facultades al director general para que traslade al personal hacia donde él estime conveniente, lo que ha ocurrido en este caso porque hasta ahora ninguno de los 114 policías ha sido destituido, dijo Inestroza.
Varios sectores de la sociedad hondureña han solicitado una depuración de la Policía Nacional por las crecientes denuncias de que sus efectivos estás vinculados a hechos delictivos.
En especial después de la muerte de los jóvenes Carlos Pineda y Rafael Alejandro Vargas, este último hijo de Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Ayer la casa de altos estudios presentó sus propuestas para mejorar la seguridad en el país y una de las exigencias es la depuración de la Policía Nacional con el apoyo y vigilancia de organismos internacionales.
También este jueves organizaciones juveniles realizaron una protesta pacífica en contra de la ola de violencia que asola a Honduras.
En la nación centroamericana la tasa de homicidios es de 82 por cada 100 mil habitantes, y aumentará a 86, según previsiones del Observatorio Nacional de la Violencia, adscrito a la UNAH.
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