
“Alan estaba trabajando para el Gobierno de EE.UU. cuando viajó a
Cuba. Arriesgó su vida y pasó cinco semanas en el suroeste de Virginia
haciendo campaña por Obama” en 2008, dijo Judy, durante una entrevista
con Efe, en vísperas del segundo aniversario del encarcelamiento de Alan
Gross este próximo sábado.
“Él dejó su trabajo durante cinco semanas, durmió en casas ajenas… me
encantaría que el presidente Obama levante el teléfono, o envíe un
correo electrónico, e intente dar el primer paso y diga sentémonos a
negociar”, enfatizó Judy.
Aventura que la tibia respuesta de Obama se deba “posiblemente a las
elecciones venideras” en 2012. Florida, un estado clave en esos
comicios, es muy sensible al tema de Cuba.
Judy se manifestó “decepcionada” por la falta de ayuda de DAI y de
USAID, y señaló que la agencia nunca le advirtió a Alan de los riesgos
que podía afrontar en Cuba.
Su frustración por la falta de avances en el caso de Alan la ha
forzado a llevarlo ante la opinión pública, y espera que personalidades
de renombre se sumen a su causa.
Judy agradeció el apoyo, aunque sin éxito, del expresidente Jimmy
Carter y el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, pero señaló
que “se necesitan dos para bailar el tango” y las autoridades cubanas
“no han sido claras en lo que quieren”.
Agregó que las autoridades cubanas le permiten Alan recibir correo de
amigos y familiares y medicinas recetadas por su doctor en EE.UU., y
que personal del Departamento de Estado lo visita mensualmente.
La Sección de Intereses de Cuba no quiso hacer comentarios pero el
Gobierno de La Habana ha dicho que no soltará a Gross de forma
unilateral.
Hace unos días, Gross comentó al rabino Shreyer de Washington quién
lo visitó en La Habana que tras haberse producido un intercambio en el
que liberaron al soldado israelí Gilad Shalit a cambio de más de 1.000
palestinos encarcelados bien podría procederse ahora de la misma manera
con él, y canjearlo por cinco agentes cubanos -uno de ellos ya en
libertad vigilada- presos desde 1998 en EEUU.
El agente de la USAID Alan Gross, fue arrestado en Cuba en diciembre
de 2009 por introducir ilegalmente equipos de comunicaciones
satelitales y condenado en marzo pasado por la justicia de la isla a 15
años de cárcel bajo cargos de actividades subversivas contra el Estado
cubano.