Este sábado en una visita a Teherán, el vicecanciller de Rusia, Mijaíl
Bogdánov, sostuvo que es imposible intervenir desde afuera en los
asuntos interiores de los países de Oriente Medio, del Golfo Pérsico y
de África de Norte.
"Rusia insiste en la resolución pacífica de las
situaciones de crisis a partir de un amplio diálogo nacional", subrayó
Bogdánov. Pero EE. UU. parece tener otra opinión.
La distribución de armas realizada por Estados Unidas y motivada por
'fines pacificadores' en realidad representa un gran peligro para la
mayoría de los países del mundo.
Porque los que hace años eran amigos de
EE. UU. se convierten 'de repente' en sus enemigos, y las peligrosas
armas de fuego se encuentran 'inesperadamente' en las manos de
extremistas, terroristas, narcotraficantes, talibanes o piratas, entre
otros bandidos.
Sanciones prolongadas contra Irán
El secretario del Departamento de Defensa de EE. UU., León Panetta, advirtió este viernes que un eventual ataque a Irán acarrearía "consecuencias impredecibles".
Destacó que hace falta aumentar "las fuerzas estadounidenses en la
zona" y abogó por los métodos de presión diplomática y la introducción
de sanciones económicas a Irán.
Mientras tanto, junto a los esfuerzos diplomáticos y las medidas
económicas, Washington aumenta el suministro de armas a los países
vecinos a Irán.
Es evidente, que las declaraciones de Washington sobre la necesidad de
"mantener la estabilidad regional", en realidad acaban en lo contrario,
con inestabilidad y guerras civiles: en Afganistán, Irak, Libia…
Posiblemente, ahora viene el turno de Irán.
"El enemigo de Irán es mi amigo"
Es posible que esta frase pueda ser pronunciada por cualquier de los
jefes del Pentágono que distribuye armas de fuego por la región de
Oriente Medio. Según los expertos, una nueva y muy sonora campaña de EE.
UU. contra Irán en la prensa muestra con evidencia que Washington está
preparando una nueva 'Tormenta del Desierto', como en Irak, Afganistán,
Vietnam, Yugoslavia y Libia.
Y una parte tradicional de los preparativos del Pentágono es la bien
conocida distribución de armas entre los vecinos y las fuerzas
opositoras del poder legislativo: antes de enviar a sus soldados a
cualquier parte del mundo, Washington manda armas estadounidenses con
las que los ciudadanos del país se matan entre ellos.
Unos documentos sobre acuerdos del control de armamentos de la
Federación de Científicos Americanos (FAS, por sus siglas en inglés)
consideran que EE. UU. presta ayuda militar a los países donde con
evidencia se violan los derechos humanos, los que están al borde de la
guerra civil, en los que operan bandas terroristas o los gobiernos que
están bajo la 'presión' de los narcobarones.
Además del abastecimiento
de armas a Oriente Medio, Washington suministra a sus clientes latinos,
africanos y asiáticos que considera amigos de sus intereses. En
especial, este 'apoyo armado' creció tras el atentado contra las Torres
Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Rápidos y furiosos
Hace tres días Eric Holder, fiscal general de EE. UU., reconoció ante
el Senado estadounidense el fracaso de la operación 'Rápido y Furioso'.
Desde 2010 Washington ha investigado este operativo secreto, con el que
en 2009 hubo contrabando de armas a México con el objetivo de rastrear a
los compradores supuestamente relacionados con el narcotráfico.
Esta
táctica autorizó el envío ilegal de cerca de 2.000 armas que luego se
'extraviaron' y más tarde fueron utilizadas para cometer crímenes en
ambos países.
Además, las autoridades norteamericanas realizaron otro operativo
similar denominado 'Receptor Abierto' en los años 2006 y 2007. Durante
este intermediarios ilegales también compraron armas que luego se
perdieron en México.
¿Cuáles son las consecuencias de estas operaciones del Pentágono? Según
confesó Holder, la operación 'Rápido y Furioso' falló "tanto en su
concepto como en su ejecución".
"Desafortunadamente, sentiremos sus
efectos durante años, ya que las armas que se perdieron continúan
apareciendo en escenas de crímenes, tanto acá como en México", dijo
Holder.
Kurdos separatistas, entre los armados por EE. UU.
Según datos de un informe del Centro Brady para la Prevención de la
Violencia con Armas, más de 16.000 armas de fuego han desaparecido de
los inventarios de los fabricantes norteamericanos en los últimos dos
años.
Mientras tanto, una investigación del Pentágono que estaba buscando
190.000 ejemplares de armas desaparecidas durante la invasión en Irak,
llevó a Turquía en 2009.
Desafortunadamente, después de averiguar
algunos detalles, se ha aclarado que las casi dos centenas de armas
estadounidenses cayeron en manos de los kurdos separatistas.
En esta
'torpeza' estaba involucrada una oficial del Ejército, la coronel
Lavonda Self, que suministraba armas a los kurdos rebeldes.
No parece
que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan, vaya a agradecer al
Ejército de su 'amigo' cercano, Estados Unidos, por alimentar a los
kurdos con armas en la lucha por la separación de Turquía.
Ante toda esta cantidad de cifras y maquinacines, el terrorista kurdo que en la tarde de este viernes secuestró cerca de Estambul una nave turca con decenas de personas a bordo bien podría estar armado con ejemplares 'made in USA'.