Luego de que Obama calificara como exitosa la política exterior de su
país por estos dos casos, reflexionó durante su discurso sabatino de
radio e Internet que “ahora la nación que necesitamos construir es la
nuestra”.
“Ambos sucesos son poderosos recordatorios de cómo hemos renovado el liderazgo de Estados Unidos en el mundo”, argumentó.
En el caso de Irak, Obama anunció el retiro de más de 40.000 soldados el miércoles pasado.
El Departamento de Defensa de EEUU “exigía inmunidad total ante la
justicia para los soldados norteamericanos que permanecerían en Irak
después de 2011, pero esa demanda es inaceptable”, subrayaron
autoridades en Bagdad.
En tal sentido, la negativa de las autoridades irakíes constituiría
la verdadera razón para la retirada de las tropas de ese país.
Esta guerra, justificada en la búsqueda de armas atómicas nunca
encontradas, tuvo un costo de 12.500 millones de dólares, que además
cobró la vida ” de cientos de miles de irakíes y cerca de 4.000 soldados
norteamericanos.
Por otro lado, Obama refirió que la muerte de Gaddafi “demostró que
nuestro papel en la protección del pueblo libio, para ayudarles a
liberarse de un tirano, fue lo correcto”.
La participación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) en el conflicto libio iniciado en marzo pasado, bajo la tutela de
dos resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, contribuyó con más de 50.000 muertes y la destrucción de cientos
de edificaciones civiles, según cifras aportadas por el Consejo
Nacional de Transición (CNT) de Libia.
“Estos éxitos son parte de una historia más amplia. Después de una
década de guerra, estamos pasando la página para seguir adelante con
fuerza y confianza”, subrayó Obama.
Durante la última década, Estados Unidos se ha gastado 3.000 millones
de dólares en la guerra, se ha endeudado fuertemente y ha invertido muy
poco en la gente.
Obama insistió en la aprobación de su plan de empleo presentado al
Congreso semanas atrás y que ha sufrido dos derrotas en el Senado en los
últimos 10 días, porque a juicio del mandatario contribuirá para
combatir el desempleo ubicado en 9,3 por ciento y ayudará en la
recuperación de la economía, golpeada desde la crisis del 2008 y que
presenta un lento crecimiento.
PL / Telesur / EFE