Grecia no es la fuente de la actual crisis de la eurozona, la cual es
un problema común para toda la Unión Europea.
Así ha respondido el
ministro de Relaciones Exteriores de la nación helena, Stavros
Lambrinidis, al reciente comentario del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que calificó de "error" la admisión de Grecia en la eurozona en 2001.
En una entrevista concedida tras la cumbre en Bruselas,
Sarkozy ha afirmado también que los países de la Comunidad Europea no
tienen otra opción más que la de apoyar a las dañadas arcas griegas.
Durante el encuentro, los 27 han conseguido un acuerdo con los
bancos-acreedores para condonar la mitad de la deuda pública de la
nación helena.
Además, se ha aprobado el aumento del Fondo de Estabilidad Financiera
hasta cerca de 1 billón y medio de dólares a través de las garantías
estatales. Anteriormente la canciller alemana y el presidente galo
prometieron presentar un plan de salida a la crisis de acuerdo a los
resultados de la cumbre de Bruselas.
Sin embargo, varios analistas dudan que Grecia pueda soportar la carga
de su déficit, incluso con la rebaja de la mitad. El director adjunto
del diario económico Cinco Días, José Antonio Vega, señaló a RT que duda que Grecia pueda soportar incluso el 50% de su deuda.
"Para empezar el fantasma de si Grecia va pagar o no va a pagar y si va
a llevar a la quiebra o contra la pared al resto de las economías
europeas empieza a despejarse. Yo sigo teniendo dudas de que Grecia con
una rebaja del 50% de su carga financiera lo pueda soportar, pueda pagar
el resto", declaró Vega.