Cuanto más profunda
es la crisis económica en España, mayor es el riesgo de parte de la
población de quedarse sin casa y, aún así, endeudado a causa de la
hipoteca.
Solo en el segundo trimestre de 2011 el problema de los desahucios
ha afectado a 16.464 personas, un 21,2% más que en el mismo periodo del
año pasado, según los datos del Consejo General del Poder Judicial.
En numerosas ocasiones, las entidades financieras solicitan la
expulsión de las familias que ya no pueden pagar la hipoteca o los
alquileres porque han perdido su empleo o sus ingresos han disminuido.
Con casi cinco millones de desempleados
actuales (un 21% de la población activa), España podría afrontar graves
problemas de desahucios en 2011 y 2012, según estima la Plataforma de
Afectados por la Hipoteca (PAH).
Creada en 2009, la PAH reclama una reforma legal que posibilite que la devolución de la vivienda salde la deuda hipotecaria.
De hecho, ya existe un precedente judicial que avala esta petición.
La
Audiencia de Girona consideró una práctica injusta que los bancos
siguieran exigiendo la devolución de la deuda a una familia que ya había
sido desahuciada.
El problema de quedarse sin casa y además con una deuda que puede superar los 200.000 de dólares no es únicamente de los españoles ya que afecta también a los millones de inmigrantes en el país, muchos de ellos latinoamericanos.
Así, por ejemplo, ha habido ya unos 3.000 desahucios de ecuatorianos,
una situación denunciada por el ministro de Relación Exteriores de
Ecuador durante su visita a España.