El movimiento "Ocupa Wall Street"
que ya lleva tres semanas manifestándose en contra del poder de las
grandes corporaciones de EE. UU. cada vez cuenta con mayor apoyo y ahora
se le han unido los miembros de varios sindicatos.
Anteriormente en Internet apareció la información de que un grupo de hackers amenaza con alterar el trabajo de la bolsa de Nueva York
forzando su sistema informático.
Pero más tarde en una red social
fuentes cercanas al colectivo Anonymus al que acusaban de querer cometer
ese acto han desmentido esta noticia.
Con este telón fondo, el presidente Barack Obama reconoció en público
que "puede perder las elecciones del 2012". La principal causa de una
posible derrota sería que su equipo "no logró" resolver los problemas
económicos nacionales "ni realizar las reformas prometidas".
Sin embargo, muchos de los manifestantes del movimiento 'Ocupa Wall
Street ' afirman que su objetivo ya no se centra en lograr cambios
paulatinos, sino en producir una revolución.
Personas de todas las edades se han reunido en estas
manifestaciones. Muchos dicen que se inspiraron en las protestas en
Egipto y Grecia, mientras se debate si se trata de un movimiento
revolucionario o de un fenómeno coyuntural.
Los manifestantes denuncian que el 1% que controla la mayoría de la
riqueza del país tiene, a su vez, todo el poder sobre el gobierno
estadounidense.
De costa a costa y en decenas de ciudades, el malestar colectivo está uniendo a la gente.
En Chicago, un grupo estuvo protestando al frente del edificio de la
Reserva Federal por casi dos semanas. En Boston, hay una “ciudad de
carpas” en medio del distrito financiero, donde los manifestantes
prometen hacer oír sus voces día y noche.
Numerosas familias también
marcharon en San Francisco, demandando cambios drásticos.
Aunque varios centenares de personas han sido arrestadas, los
manifestantes dicen estar decididos a demostrar que la democracia va más
allá del día de elecciones.
La página en Internet del movimiento 'Ocupa Wall Street ' señala que
las protestas se están organizando en más de 100 ciudades para exigir
respuestas ante la crisis económica que golpea a la clase media
estadounidense.
Noticieros estadounidenses se han burlado de este movimiento, pero
quienes apoyan las protestas tienen fe de que el mensaje será entendido.
De hecho, para algunos de los que han podido asistir a las
concentraciones del movimiento Ocupa Wall Street, allí reina un ambiente
de unión y de energía para lograr cambios drásticos en la política
estadounidense.
Así lo ha descrito la periodista y escritora Eva Golinger que ha sido testigo de esta movilización sin precedentes.
“Parece que hay un sentimiento de inspiración y esperanza, de que
pueden unirse para exigir y reclamar cambios en un sistema que realmente
ya no está funcionando.
Se percibe un aire de mucha energía y de mucha
confianza en que, por primera vez, un movimiento de jóvenes espontáneo
en EE. UU. pueda tener un impacto sobre las políticas del país”, señala Golinger.