Pocas horas antes del brutal asesinato de Gadafi, preparado por la OTAN,
el ministro francés de “defensa”, Señor Gérard Longuet, viejo activista
de extrema derecha, declaró a la televisora I-Télé:
“Hoy se puede
considerar que la guerra ha terminado”.
Aparentemente el ministro estaba
al corriente de la operación que la OTAN iba a lanzar poco después para
capturar y asesinar al líder libio Muamar Al Gadafi.
Es evidente que la
OTAN, es decir el Pentágono norteamericano y sus subordinados, los
gobiernos de Londres y París en primer lugar y también de Canadá,
Italia, España, Portugal, Bélgica, Noruega y otros países imperialistas,
había decidido eliminar al Líder africano para desmoralizar la
creciente resistencia nacional, intimidar a los pueblos africanos, dar
credibilidad a la camarilla de renegados que presentan como “nuevo
régimen”, cesar en sus principales operaciones altamente costosas y
tratar de extender su dominio por todo el país.
El tiempo mostrará
datos, pruebas y evidencias del plan criminal orquestado para liquidar
al Líder.