La dignidad en la búsqueda del tiempo
Había una vez una ciudad llamada Sirte, una ciudad preciosa, su clima era envidiable.
El
sentido poético de sus habitantes estaba marcado por esa extraordinaria
temperatura, donde los vientos forman gigantes dunas.
Éstas empujaban
los sueños, y el fuego del cielo desparramaba las nubes altas formando
montañas y flores que adornaban su vida; sus ojos grandes lucían miradas
hermosas y el desierto era un pulmón que respiraba rodeado de cientos
de árboles.
Esta ciudad se encontraba en un país llamado Estados Unidos
de América.
Durante el día sus habitantes laboraban y estudiaban con
total armonía y felicidad, rodeados de extensas tierras de regadío,
hasta becas tenían para el que quisiera estudiar una carrera fuera del
país; algo importante, su moneda era fuerte y no dependía su economía de
otros países, porque no tenían deuda externa.
Era una ciudad tranquila,
alejada de las grandes urbes lo suficiente para que nadie, nunca se
acordara de ella, y menos de sus habitantes que vivían en su oasis
particular.
Un mal día, un grupo numeroso de banqueros -“Hienas” S.A.
- dueños de empresas armamentistas -empresarios privados judíos- y
presidentes de los mayores medios de comunicación, huyendo del imperio
de “Las Mil y Una Noches” deciden refugiarse en Sirte, pensando que allá
nadie les buscará ni atrapará . Pero los tentáculos del imperio son muy
largos y eficaces.
En la ciudad tenían agentes comunistas, anarquistas,
antisistema, ateos, masones, negros marginados, latinos indocumentados,
hasta un pacifista y un político humanista tenían!, eso sí que es
difícil de encontrar en el mundo!, y claro, el imperio de las noches de
Oriente rápidamente intuyendo el peligro, cercó, acorraló y acosó a tan
“ilustres personajes”, también a sus hij@s por supuesto, sus
colaboradores mas directos, y amantes, a la vez que se adueñaban de sus
riquezas naturales y de todo el oro del país dejando las reservas del
Banco Nacional vacías.
Entre los acosados se encontraba su
representante, un presidente casi negro, el mestizo Obama, que fue
interceptado por “aviones” espías del imperio de “Las Mil y Una Noches”.
Estos aviones eran como alfombras voladoras, sin ruido, sin motores,
pero eficaces.
Luego, de una lámpara maravillosa salió un mago grandullón con cara de pocos amigos; cogió al presidente mestizo del cuello y lo lanzó a las turbas deseosas de venganza.
Ya, junto a la
cuadrilla de criminales banqueros detenidos, que no dejaban de gimotear,
implorar y llorar, les dieron tal tunda de palos que no pararon hasta
verlos hechos unos harapos, no se saciaban! Nadie pudo reconocerlos,
jirón tras jirón, ahí, desechos.
Mas tarde, los anarquistas les dieron a
beber un cóctel que los banqueros nunca habían probado, produciéndoles
desmayos, alucinaciones y grandes purgas físico- psíquicas.
Los
comunistas y ateos les cortaron la retirada con hoces y martillos sobre
sus cabezas una y otra vez hasta hacerlos famosos a nivel internacional,
tanto, que los parásitos de las aguas ponzoñosas, como las pantanosas,
llegaron a conocerles y familiarizarse con sus nombres al tener que
compartir el mismo espacio.
Y al final, dado que aún seguían
resistiéndose, pacifista y humanista, les lanzaron flores carnívoras en
su honor, al grito de: ¡paz hermanos, paz en la tierra, paz!
Entre
los escondidos en Sirte, dentro de una mansión del odiado presidente
norteamericano, se encontraban elementos peligrosísimos, terroristas!!!,
causantes de genocidios a la humanidad.
Entre ellos: Warren Buffett,
Larry Ellison, Charles Roch, David Roch, Michael Bloomberg, David
Rockefeller, gentes oscuras de la onU reunidas con estos elementos
peligrosísimos y hasta un tal Sarkozy se encontraba.
El silencio de
todos ellos, era sepulcral, sus miradas olían a muerte.
Una vez
atrapados y sin juicio popular, que ni falta que hacia según algunos,
los crucificaron uno a uno formando una larga hilera de cruces en el
paseo principal de la hermosa villa de Sirte; ahí, expuestos al sol,
para que sus caras nunca se nos olviden.
Antes del martirio de las
crucifixiones, fueron apaleados, escupidos, meados y pateados por una
turba de gente, hasta de niños y ancianos vengativos.
El “negrito”, o
sea, mestizo, imploraba piedad y perdón alegando su condición de jefe y
de ser portador de un Nobel de la Paz. Pero a éste le reservaron la
hoguera ¡¡¡A la hoguera, a la hoguera!!!, gritaba el populacho
norteamericano.
Y, en la hoguera se achicharró cual sardina de carnaval.
El mundo, por fin respiró... ¡¡¡Habían conseguido exterminar el terrorismo internacional!!!, miembros de un gobierno en la sombra, que tenían atemorizada a la humanidad!!!
Nunca mas, nunca mas, sácratas!, bandidos!, asesinos!, dictadores! Nunca mas!!!.
Los
niños de Iraq, Palestina, Afganistán, Libia, Indoamérica... Los niños
del mundo, de todos los rincones corrían felices; brincaban, saltaban,
reían.
Por fin los niños de África y de todo el planeta, podrían tener
futuro, podrían comer, estar sanos sin miedo a los hombres malos porque
ya, no existían!
El Imperio de Las Mil y Una Noches había prometido el
reparto de las riquezas, del agua, de la tierra, de los recursos
naturales, dónde todo el mundo tendría un trabajo digno, una vivienda
donde dormir, una sanidad para todos, una educación acorde con los
valores de la humanidad, y una sonrisa bonita, larga muy larga, duradera
para todos.
Y, los aviones de alfombras voladoras sin ruido y sin armas
fueron surcando pueblos, ciudades, mares y montañas en busca de seres
malignos.
El mago grandullón y gruñón volvió a su lámpara maravillosa,
para ser requerido cuando se le necesite.
Abellinut
terminó así de contar a sus amig@s su último cuento en una larga noche
fría del desierto africano, arropados por una pequeña hoguera que
iluminaba sus caras, sus sonrisas y ojos traviesos.
[ Abellinut,
el contador de cuentos, murió. Murió junto a su familia al día siguiente
a causa de un misil “inteligente” enviado por los hombres que dominan
(“Mundo” S. A.), que no quieren sonrisas para los niñ@s.]
NOTA
Que la OTAN es un despliegue de maldad, un organismo macabro insolente, que sólo aporta terror a los pueblos, lo saben los dioses y los judas.
Que
al siglo XX como el XXI, los han teñido de sangre los gobiernos
“demócratas” que rigen nuestras vidas, lo sabemos hasta “las brujas” que
no hay un político “profesional” que no esté cubierto de sangre
caminando por las alfombras de los palacios de congresos; desde la punta
de los pies a la cabeza chorrean sangre, es el uniforme de la OTAN, que
no lo han lavado todavía.
Su proyecto en Libia, es el mismo que en
Iraq: desmantelar, desmantelar, desmantelar; arrasar económicamente el
país, cultura, pueblo, y privatizar una nación más -no integrada en la
alianza del crimen.
[Los buitres se lanzan sobre los pozos de petroleo, sobrevuelan Trípoli, “otra ciudad de Norteamérica”. ]
PD.
*A la memoria de su país, para que el recuerdo de la heroica gesta antiimperialista no caiga en el olvido y la sangre de los asesinados florezca en la tierra, por los que aún siguen cayendo, protagonistas de una causa invencible.
*A la memoria de su país, para que el recuerdo de la heroica gesta antiimperialista no caiga en el olvido y la sangre de los asesinados florezca en la tierra, por los que aún siguen cayendo, protagonistas de una causa invencible.
Maité Campillo (actriz)