Siria sepultó el sábado a 15 personas entre soldados, policías y
civiles, blancos de los ataques de grupos terroristas en Hama, Deir
Ezzor, Idleb, Daraa, Damasco Campo y en Homs, provincia esta donde la
situación es particularmente compleja.Siria: Comité Constitucional se reunirá el lunes
La prensa resalta hoy que las víctimas, quienes recibieron solemne despedida en sus pueblos natales, resultaron heridas durante los últimos días y perecieron en los hospitales militares de Tishreen, en Damasco; de Homs, y de Deir Ezzor, donde fueron atendidas.
En entrevista con el diario inglés The Independent, de la que se hace eco aquí la agencia de noticias Cham Press, la asesora política y de prensa de la Presidencia, Boutahina Shaaban, reconoció que al Ejército sirio lo están atacando en muchos puntos, y que la situación de seguridad en la central provincia de Homs es muy complicada.
La violencia que generan los bandas armadas terroristas es lo más peligroso que está aconteciendo en este momento, señaló.
"Los sirios queremos vivir en paz, avanzar en la reformas y el pluralismo. Esta violencia no es la vía para hacer democracia", acentuó.
Obviamente, hay sectores -acotó- que están interesados en desatar conflicto, y no en las reformas democráticas. "Ellos reciben dinero para matar a manifestantes y a las fuerzas de seguridad", aseveró Shaaban, quien es además una escritora reconocida internacionalmente. Puso de ejemplo su propia experiencia, pues ella es de Homs, y no fue a la tumba de su madre -relató- a rendirle tributo en el aniversario de su muerte porque siente miedo de ser asesinada en esa localidad. "Todos estamos sufriendo", dijo al diario londinense.
Por otro lado, la televisión siria presentó otros tres terroristas arrestados por las fuerzas de seguridad quienes confesaron que atacaron puestos policiales en la provincia de Deir Ezzor y realizaron otros actos de sabotaje y vandalismo.
En particular, Mohammad al-Mahmoud Bakr, operario de grúa, declaró que bloqueó caminos y escondió armas en su casa. "Me pagaron de seis a ocho dólares por participar en las protestas, y unos 20 por cada arma que escondí en mi sótano", admitió.
Khaled Hammoud al-Said, otro de los acusados de terrorismo, relató cómo con otros 50 hombres armados de su barriada asaltaron el puesto policial de su localidad.
El gobierno sirio culpa de esos violentos desmanes a la incitación desde el extranjero por parte de centros de poder interesados en desestabilizar al país, y exacerban el extremismo, al tiempo que canalizan altas sumas de dinero para financiar esa violencia.
Muchas armas han sido introducidas, aseguran las autoridades, desde Turquía, Líbano e Irak. Vándalos arrestados han confesado las vías por las que las han infiltrado a territorio sirio, y que individuos extremistas de la ideología de Al-Qaeda participan en el violento desafuero.
A su vez, el parlamentario Mohammad Kheir Diab al-Mashi negó como infundadas informaciones propaladas por los que calificó de canales tendenciosos de que fue muerto a balazos en Homs.
En declaraciones a la televisión, Al-Mashi afirmó que se encuentra bien, con buena salud y que participará hoy en la sesión especial de la Asamblea Popular (parlamento) sobre el Diálogo Económico.
rc/mh
