CONTRAINJERENCIA – Según documentos dados a
la luz recientemente por la prensa rusa, el Centro “Lourdes”, que
jugaba un papel importante en el balance estratégico entre Rusia y
EE.UU, fue cerrado a raíz de la aprobación en Julio del 2000 por parte
del Congreso de EE.UU de un proyecto de Ley que prohibía la
reestructuración de la deuda rusa hasta que en Cuba se cerrara el
conocido Centro de escuchas.
El Gobierno de Vladimir Putin tomo la decisión en octubre del 2001, sin contar con las autoridades cubanas, que se enteraron del hecho cuando esta ya se había tomado y todavía se desarrollaban negociaciones al respecto, lo cual generó un profundo malestar entre las autoridades de la isla.
El Gobierno de la antigua Unión Soviética
construyo, por acuerdo con su contraparte cubana en el año 1964, el
Centro de radioescucha que permitía recoger información militar y de
inteligencia en casi todo el territorio de los EE.UU.
Además, la
instalación servía de enlace entre los medios de la Flota soviética en
la zona del atlántico con el centro de mando en la URSS.
Los soviéticos
no abonaban un solo centavo por los servicios que recibían de Cuba,
tomando en cuenta la colaboración estrecha existente entonces tanto en
el campo económico como militar.
Esta instalación fue cerrada conjuntamente con la
base de Cam Rahn en Vietnam, pero el gobierno cubano en su momento
expreso que no debió mezclarse en la declaración rusa ambas
instalaciones, que tuvieron orígenes, funciones e importancias muy
diferentes.
Cam Ranh era una instalación naval construida por Estados
Unidos a 20 mil kilómetros de distancia, arrendada a la URSS en 1979,
años después de finalizada la guerra.
Es evidente que no tiene utilidad
alguna para un país como Rusia, que después de la desintegración de la
Unión Soviética redujo considerablemente su presencia en el Océano
Pacifico.
En 1992, después de que la Unión Soviética se
desintegra y la Federación de Rusia asume totalmente los derechos y
privilegios que le correspondían a la disuelta Unión, retiró de forma
unilateral, en virtud de negociaciones y acuerdos previos con Estados
Unidos, la Brigada Militar que había permanecido en Cuba después de la
Crisis de octubre, durante treinta años aproximadamente.
Mostró, en
cambio, su interés en mantener el Centro Radioelectrónico de Lourdes
como elemento importante para su seguridad estratégica, y de modo
especial para la comprobación del cumplimiento estricto de los acuerdos
de desarme nuclear y reducción de dichas armas adoptados por Estados
Unidos y Rusia.
Durante la visita del presidente Vladimir Putin a
Cuba, en el mes de diciembre del año 2000, el Centro fue visitado
durante horas por los jefes de Estado de ambos países el dia14. No se
habló la más mínima palabra sobre la retirada del mismo; por el
contrario, se habló de la idea de su mayor desarrollo y modernización.
El presidente Putin afirmó textualmente ese día: “Rusia y Cuba están
interesados en seguir fomentando su actividad. Está funcionando
plenamente hace tiempo, de acuerdo con las normas y las reglas
internacionales. Lo ha hecho exitosamente y Rusia y Cuba se pronuncian
como países interesados en seguir fomentando su actividad”.
En su momento Cuba consideró como una decisión de
carácter político el cierre en la isla del Centro ruso de Exploración
Radioelectrónica.
La dirección Política cubana le comunico a la parte
rusa que : “sería el momento más inoportuno para adoptar tal medida; que
en el instante exacto en que la política agresiva y belicista del
gobierno de Estados Unidos es mayor que nunca, muchos países están
amenazados a partir del discurso del Presidente de Estados Unidos del 20
de setiembre y, cuando ya las operaciones militares se han desatado en
Afganistán, retirar el Centro era un mensaje y una concesión al gobierno
de los Estados Unidos que constituía un grave peligro para la seguridad
de Cuba y por lo tanto, en tales circunstancias, no estábamos de
acuerdo con su cancelación”.
Hasta el momento las fricciones no se han curado y aparentemente las relaciones en esta esfera están “congeladas”.
Con información de RIA Novosti y agencias.