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Víctimas de abusos sexuales
cometidos por miembros del clero han solicitado a la Corte Penal
Internacional de La Haya (CPI) a que acuse formalmente al Papa Benedicto
XVI y otros importantes dignatarios del Vaticano por crímenes contra la
humanidad.
Una red mundial de víctimas acusa al pontífice y tres
cardenales de ayudar y encubrir a gran escala las violaciones y la
violencia sexual perpetradas contra niños por parte de sacerdotes.
La abogada de derechos
humanos Pam Spees hizo llegar cajas conteniendo 20.000 páginas de
pruebas al tribunal en el día de hoy, martes, y solicitó al fiscal que
iniciara una investigación.
La acusación denuncia un encubrimiento
deliberado de los abusos por parte del Papa y de tres Cardenales: Angelo
Sodano, Tarcisio Bertone y William Levada.
Hablan las victimasEn
una conferencia de prensa en las cercanías de La Haya, ocho adultos que
fueron abusados en su niñez mostraron fotos de su infancia y dieron a
conocer a la prensa los nombres de los sacerdotes católicos que los
violaron.
Los ocho son miembros de SNAP, la red de sobrevivientes de
abusos de sacerdotes.
La organización incluye víctimas de EE.UU.,
Alemania, Bélgica y la República Democrática del Congo.
Los abogados de
SNAP manifestaron que todos los casos fueron mantenidos en secreto por
el Vaticano en un caso de encubrimiento que adquiere características de
crimen contra la humanidad.
Entra
las victimas presentes se encontraba Wilfried Fesselmann, de 43 años,
quien fue abusado a los 11 años en Essen, Alemania, por un sacerdote que
posteriormente fue transferido a Munich por el entonces arzobispo
Joseph Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI.
El caso se conoció en
los más altos niveles del Vaticano pero el cura permaneció impune hasta
que se reveló el escándalo de abusos sexuales dentro de la Iglesia en
Alemania en 2010.
El Vaticano implicado
Según
SNAP, el Vaticano toleró y propició una práctica sistemática y
extendida de delitos sexuales en todo el mundo. Pocas veces la Santa
Sede impartió sanciones significativas a sacerdotes culpables de abusos.
El acusado era, por lo general, transferido a otra parroquia donde
continuaba con su comportamiento pedófilo. Abusos sexuales casi nunca
fueron denunciados a la policía.
“Jurisdicción dudosa”
Sin
embargo es virtualmente imposible que la CPI acoja la demanda, según el
profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Ámsterdam Goran
Sluiter.
Sluiter señala que la
Corte Penal Internacional solamente puede juzgar crímenes cometidos
después del 1 de julio del 2002, que es la fecha en que el tribunal
comenzó a operar oficialmente. “E incluso si la CPI pudiera acoger el
caso, dudo que pueda ser tratado como de crímenes contra la humanidad”,
dice Sluiter.
Son
embargo, la abogada de SNAP Pam Spees, asegura que puede proveer amplia
información de que el ocultamiento de las violaciones y la protección
de los criminales sexuales por parte del Vaticano fueron sistemáticos y
generalizados, y por lo tanto responden a las características de crimen
contra la humanidad.
Spees
también afirma que la demanda también cae dentro de la jurisdicción del
tribunal, aun cuando el Estado Vaticano no forma parte del Estatuto de
Roma que creó la corte de La Haya.
“Por
la naturaleza de la presencia global de la Iglesia, esos actos están
ocurriendo día a día en países que forman parte del Estatuto de Roma.
La
Corte tiene jurisdicción sobre los ciudadanos de países que pertenecen a
ese estatuto. Mientras los altos dignatarios vaticanos conserven la
nacionalidad de esos países como Italia o Alemania, la Corte tiene
jurisdicción sobre esos individuos,” dice Spees.
Abusos en África
Enfatizando
el gran alcance del Vaticano, otra víctima se dirigió a la conferencia
de prensa a través una conexión de Skype desde la República Democrática
del Congo. Benjamin Kitobo, de 44 años, relató a los periodistas que fue
abusado a la edad de 13 años por un sacerdote en el Seminario Menor de
Kanzenze, Komwezi, en la República Democrática del Congo.
El cura, dice
Kitobo, nunca fue castigado y todavía trabaja con niños en una escuela
cerca de Kigali en la vecina Rwanda.
Casos recientes
La
abogada de SNAP, Pam Spees, sostiene que el estatuto de la CPI no es
obstáculo para la demanda contra el Vaticano porque tiene pruebas de al
menos tres casos de abusos que datan de después del 1 de julio de 2002.
Estos incluyen el caso de Megan Peterson (21) que fue abusada por un
cura en Minessota, EE.UU. en 2004-2005. El cura fue transferido a su
India natal y trabaja en escuelas en la diócesis de Ootacamund (Tamil
Nadu).
“Yo sé que hubo
intercambio de cartas dentro de la Congregación para la Doctrina de la
Fe.
También había acusaciones anteriores contra él antes de que lo
trasladaran.
Yo llamé a la diócesis dos semanas antes de su partida y me
colgaron el teléfono.
Ellos debieron haberlo detenido entonces.”
Visita sorpresa
Observadores
dudan que la querella pueda llevar a una condena pero no ha sido
ignorada por la CPI.
Según la conferencia de prensa de hoy, un
funcionario de la Corte Penal Internacional que cumple trabajos de apoyo
a las víctimas, se presentó personalmente ante la presidenta de SNAP y
la felicitó por su labor realizada hasta ahora a favor del grupo de
víctimas y sus abogados.
La funcionaria declinó dar a conocer su
identidad a los medios, pero miembros de SNAP dijeron que su presencia
fue un reconocimiento de que su demanda está siendo vista con seriedad.
FUENTE:
http://www.rnw.nl/espanol/article/v%C3%ADctimas-de-abusos-urgen-a-la-cpi-a-que-juzgue-al-papa