El presidente francés, Nicolas Sarkozy, está decidido a reformar la
constitución para incluir la regla de la estabilidad presupuestaria
aunque no cuenta con la mayoría suficiente por la oposición de los
socialistas.
Fuentes del Elíseo afirmaron este miércoles que la “determinación” de
Sarkozy se mantiene “intacta”, en respuesta a informaciones en la
prensa, según las cuales el presidente conservador ha renunciado a
correr el riesgo de convocar al Parlamento para esa reforma sin tener el
apoyo necesario.
Las fuentes pusieron el acento en que las consultas de su primer
ministro, François Fillon, con los principales líderes de los grupos
parlamentarios para sondearlos y tratarlos de convencer “acaban
simplemente de comenzar”.
El diario Libération afirmó, citando también fuentes del
Elíseo, que el jefe del Estado no convocará a diputados y senadores para
votar lo que en Francia se conoce como la “regla de oro” “si no está
seguro de disponer de una mayoría”.
A falta de poder sacar adelante la reforma, el diario señaló que sus
consejeros planean una intervención de Sarkozy en televisión a finales
de este mes para explicar su decisión y cargar contra los socialistas.
De acuerdo con esa versión, la línea argumental para evitar que los
mercados lo interpreten como una marcha atrás en el compromiso de
constitucionalizar la lucha contra el déficit público y la deuda pasa
por decir que no se renuncia a la reforma, sino que simplemente se
aplazaría hasta después de las elecciones presidenciales de la primavera
de 2012.
De hecho, en la cumbre franco-alemana de este verano, Sarkozy y la
canciller alemana, Angela Merkel, proponían a todos los países del euro
que integraran esa “regla de oro” antes del verano de 2012.
Más allá de estas especulaciones, Fillon empieza la ronda de
consultas esta tarde con el presidente de la comisión de Finanzas del
Senado, el centrista Jean Arthuis, y con el secretario de esa misma
comisión, Philippe Adnot.
EFE