VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

¡No Llores por mí, Obama!

http://www.diarioelpeso.com/anteriores/2011/11082011/imagenes/Obama.jpg Algunos hechos acontecidos en los últimos días, llamaron la atención de los medios: Estados Unidos estuvo a punto de ingresar en default [cesación de pagos de sus bonos soberanos] y luego de una ardua negociación con la oposición republicana, el gobierno de Barack Obama decidió implementar un severo ajuste en la economía para que el “Tea Party” acceda a “levantar el techo de la deuda”.

Luego los mercados reaccionaron de manera negativa, las bolsas del mundo se desplomaron, una calificadora de riesgo “bajó la nota” de los bonos estadounidenses [de “AAA” a “AA”]. 

Estos jueces invisibles, apuntan ahora a Francia y luego seguirán por Italia. 

Sus respectivos gobiernos tiemplan de terror de que ello ocurra y como marionetas repiten de memoria las rimas dictadas desde los directorios de los bancos mundiales.

¿Cómo se traducen estos acontecimientos al lenguaje natural?

Tal vez lo primero que se explicita de todo ello es que cada vez más personas en los Estados Unidos y en otros países, estarán por debajo de los límites de la pobreza y estamos hablando de “países serios”, tan serios como la Argentina del menemismo que estalló en diciembre de 2001 y tan prolijos en la aplicación de recetas recesivas como lo fue el otrora “ministro estrella” de los gobiernos argentinos de Carlos Menem y Fernando De la Rúa: estamos hablando el economista neo- liberal Domingo Felipe Cavallo, prolijo alumno de Harvard.

El año 2011, comenzó amenazante con la crisis de países periféricos como Grecia Portugal y de otros con una intensa vocación por serlo como Francia, Italia, España y Gran Bretaña, sujetos todos ellos a la dictadura económica de los bancos mundiales muy bien representados por el gobierno de Alemania, la otrora derrotada en la segunda guerra mundial.

Para evitar la hecatombe, la salida propuesta es el mayor endeudamiento.

Para endeudarse la condición es realizar severos ajustes en la economía local.

Para realizar severos ajustes es necesario imponer decisiones draconianas a los parlamentos. 

Todo cierra, salvo por un detalle: algunas personas se resisten dado que, los intereses de la deuda que se adquirirá para pagar la deuda adquirida, hipotecará el futuro y el bienestar de varias generaciones.

Si con algo se puede describir este fenómeno global es con la existencia de una cuantiosa deuda con sus intereses y con ello ingresamos a otros niveles de comprensión del problema.

Recapitulemos, primero: la crisis aumentará la pobreza; segundo: necesitamos dinero para pagar las deudas; tercero nos endeudaremos; cuarto los intereses serán muy altos, quinto; para pagarlos habrá más pobreza. 

Conclusión: No tenemos salida.

Lo llamativo del caso es que la ciudadanía recién ahora toma conciencia de los oscuros mecanismos financieros que prevalecen por sobre las normas soberanas de una nación.

¿Quién sabía lo que era el riesgo país en Argentina, hasta que en las vísperas de estallido del 2001 los medios alarmaban y extorsionaban a la población con la suba de dicho índice?

¡El riesgo país superó los 1000 puntos! Pregonaban los periodistas “serios” que además clamaban por el regreso de Domingo Cavallo al Ministerio de Economía durante la gestión del presidente Fernando de la Rúa.

¿Qué sucedió luego? Ajuste, rebaja de sueldos, “megacange” [más endeudamiento usurario], “corralito” [robo de los depósitos bancarios] y por último un estallido social que provocó decenas de muertos y la caída del gobierno un 21 de diciembre de 2001.

Unos días antes el Presidente De La Rúa había dado un “mensaje navideño” anunciando como regalo de “Santa Claus”: el “megacanje”. Tal vez algunos recuerden sus últimas palabras:

“¡Qué lindo es dar buenas noticias!”. A los pocos días huyó en helicóptero por las azoteas de la Casa Rosada.

Algunos han aprendido la lección, como el economista estadounidense y Premio Nobel 2008, Paul Krugman, que contestó a un empresario argentino que afirmaba que en la actualidad “Argentina ya no es un país serio”.

Krugman le dijo: “¿Con el crecimiento ocurrido entre 2003 y 2010… no es un país serio?”.

“Me sorprende que digan que Argentina no es un país serio. 

No veo cómo el default argentino puede ser presentado, entre todos los ejemplos posibles, como una advertencia para Grecia…”

El economista, además cuestionó la idea que sostiene que el país está aislado del mundo desde que declaró el default.

“¿No debería ser considerado serio un país como éste [en referencia al gráfico con el PIB per cápita]?” señaló. [En su blog del New York Times en una breve publicación titulada “Don’t cry for Argentina” [No lloren por Argentina].

Barack Obama hoy está renegando de las normas draconianas e injustas que se impusieron antes a todo el mundo. 

Hoy cuestiona a esas invisibles y todopoderosas calificadoras de riesgo que se han apropiado de manera indirecta e ilegítima de la decisión soberana de los Estados, mientras las bolsas del mundo se siguen desplomando.

No fue suficiente su esfuerzo en 2008 de transferir al corrupto sistema bancario la cifra exorbitante de 700.000.000.000 de dólares [un siete seguido de 11 ceros] para salvar a “bancos que no podían quebrar” y que habían causado aquella crisis.

No fue suficiente el haber alimentado al complejo industrial militar con el mantenimiento y aún aumento de la presencia militar estadounidense en el mundo y del gasto para financiarlas. 

Ahora no es suficiente el haber cedido a las exigencias de los talibanes del “Tea Party”, a costa de sus decepcionados votantes.

Barack Obama hizo todo para ser considerado un “político serio” y es probable que cumpla con la profética idea de Paul Krugman que manifestó que “en Argentina y cualquier lado del mundo ser serio fue un desastre”. 

Habrá que prepararse.

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