(PL) Los seres humanos heredaron genes de los Neandertales y Denisovanos
que los protegen de enfermedades, hallazgo difundido en la más reciente
edición de la revista Science.
Comparaciones de varios genes y segmentos de ADN revelaron que el cruzamiento con ambas especies de homínidos confirió al ser humano moderno una protección natural contra ciertas enfermedades, según expertos de la Universidad de Stanford, dirigidos por Peter Parham.
Esos genes llamados HLA resultan claves para que el sistema inmunológico humano reconozca y combata los agentes patógenos, explicaron los científicos.
Hace 400 mil años ocurrió la separación entre las tres especies prehistóricas de homínidos.
Los Neandertales abandonaron Africa para dirigir sus pasos a Europa y Asia occiental, mientras que sus parientes Denisovanos salieron de allí rumbo a Asia oriental y Oceanía.
El mestizaje entre estos últimos y humanos permitió una mayor presencia de variantes de genes HLA (HLA-B) en poblaciones asiáticas y otra variante, la HLA (HLA-A) es más común entre los habitantes de Asia oriental y Oceanía.
Llamó también la atención de los científicos que estas variantes genéticas abundan más entre europeos y asiáticos, pero no en africanos.
Estudios previos mostraron que el cruzamiento entre estas especies prehistóricas ocurrió hace 60 mil años en Eurasia.
Por esa razón, el equipo de antropólogos siguió las pistas de las huellas genéticas de las especies de homínidos desaparecidas y encontraron que los europeos portan 2,5 por ciento de ADN Neandertal, mientras que en poblaciones asiáticas se registró la huella genética de los Denisovanos, principalmente en la Melanesia.
Entre las personas que viven allí prevalece seis por ciento de ADN ancestral.
Este mestizaje no solo fue un hecho casual, sino que aportó una mayor fortaleza genética a los Homo Sapiens, señaló Parham.
Comparaciones de varios genes y segmentos de ADN revelaron que el cruzamiento con ambas especies de homínidos confirió al ser humano moderno una protección natural contra ciertas enfermedades, según expertos de la Universidad de Stanford, dirigidos por Peter Parham.
Esos genes llamados HLA resultan claves para que el sistema inmunológico humano reconozca y combata los agentes patógenos, explicaron los científicos.
Hace 400 mil años ocurrió la separación entre las tres especies prehistóricas de homínidos.
Los Neandertales abandonaron Africa para dirigir sus pasos a Europa y Asia occiental, mientras que sus parientes Denisovanos salieron de allí rumbo a Asia oriental y Oceanía.
El mestizaje entre estos últimos y humanos permitió una mayor presencia de variantes de genes HLA (HLA-B) en poblaciones asiáticas y otra variante, la HLA (HLA-A) es más común entre los habitantes de Asia oriental y Oceanía.
Llamó también la atención de los científicos que estas variantes genéticas abundan más entre europeos y asiáticos, pero no en africanos.
Estudios previos mostraron que el cruzamiento entre estas especies prehistóricas ocurrió hace 60 mil años en Eurasia.
Por esa razón, el equipo de antropólogos siguió las pistas de las huellas genéticas de las especies de homínidos desaparecidas y encontraron que los europeos portan 2,5 por ciento de ADN Neandertal, mientras que en poblaciones asiáticas se registró la huella genética de los Denisovanos, principalmente en la Melanesia.
Entre las personas que viven allí prevalece seis por ciento de ADN ancestral.
Este mestizaje no solo fue un hecho casual, sino que aportó una mayor fortaleza genética a los Homo Sapiens, señaló Parham.