VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

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Las preocupaciones de PRISA y la visita del Papa

http://lapupilainsomne.files.wordpress.com/2011/08/manifestantes_papa.jpg?w=300&h=107 Preocupado porque la visita del sumo pontífice no arroje más leña al fuego de la ya tensa situación social en la península ibérica, el diario El País ha dado sus instrucciones en un editorial a Benedicto XVI para la visita que realiza a España:


“Mientras los mensajes de la jerarquía católica se concentren en asuntos de fe, no existen razones para pronunciarse sobre ellos. 

En el caso del Papa, la realización de críticas políticas sería inconveniente, puesto que a su condición de cabeza de la Iglesia une la de jefe de Estado, sobre el que pesa una tradición de respeto con el Estado anfitrión.”

Sin embargo, el gobierno español no está contribuyendo mucho al ambiente que desea El País al ordenar la represión contra los manifestantes que protestaban por los gastos de la visita -50 millones de euross del erario público en un estado aconfesional- justo cuando una buena parte de la ciudadanía sufre recortes sociales y el 20% es golpeada por el desempleo. 

A la orden de “Basta de mariconadas, sacad las porras y lo que haga falta”, los anidisturbios volvieron a cargar en la Puerta del Sol, un lugar que ya se está haciendo célebre en el mundo por el uso que en ese lugar hacen las autoridades de la violencia contra disidentes pacíficos.

Pero lo más “inconveniente” para el diario del Grupo PRISA sería que le recuerden cómo alentó  la “realización de críticas políticas” durante la visita de Juan Pablo II a Cuba, algo que ha mantenido como una constante al abordar las relaciones Iglesia-Estado en la Isla, a pesar de su evolución positiva. 

Este año, desde cables de la Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana hasta la muerte de un prelado, han servido a El País para intrigar contra un proceso que rompe los estereotipos que el periódico se esfuerza por contruir contra la Revolución cubana.

Para colmo, los pronunciamientos de Benedicto XVI desde el avión que lo transportó en su tercer viaje a España no dan mucha tranquilidad a los editorialistas de  PRISA: 

“La economía no funciona sólo con una autorregulación mercantil, sino que necesita de una razón ética para funcionar para el hombre”, añadiendo que ésta no debe medirse por  el máximo beneficio, sino “según el bien de todos”.

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