El
año pasado, el número de personas atendidas por Cáritas creció en un 20%
hasta situarse casi en el millón.
La oenegé calcula que en España hay
1.400.000 hogares en los que nadie tiene trabajo y 500.000 que además
han agotado todas las ayudas públicas.
Del informe sobre
los efectos sociales de la crisis en 2010, presentado ayer por la
organización asistencial, se desprende también que en España 10 millones
de personas viven en situación de «relativa pobreza» y otros ocho
millones en situación de «exclusión».
El paro, especialmente el de larga
duración, se ha convertido en el problema más grave entre los
demandantes de ayuda.
Muchos de ellos, que al principio de la crisis
eran parados recientes, han visto su precariedad cronificada con el
tiempo.
LA ADMINISTRACIÓN NO LLEGA El secretario general de
Cáritas, Sebastián Mora, destacó que los servicios sociales públicos
prestan una ayuda insuficiente y, a menudo, tardía.
«Son casi tres meses
esperando una resolución de la Administración para un caso de
urgencia», expuso Mora, quien también explicó que dos de cada tres casos
les llegan derivados desde las estructuras públicas, donde «el concepto
de necesidad básica es muy reducido».