Las peticiones de información de USAID “no son solo onerosas, sino que realmente aumentan los riesgos para lo que hacemos, especialmente en la era de Wikileaks”, dijo Daniel Calingaert, subdirector de programas de Freedom House.
Calingaert se refirió a información sobre la identidad y planes de viaje de las personas involucradas en sus programas para Cuba. Consideró que esos datos podrían filtrarse a La Habana y hacer que los participantes acaben en una cárcel de la Isla.
Freedom House explicó que la USAID añadió un requisito de revisar y aprobar por adelantado a todo contratista y subcontratista involucrado en el programa de ayuda a Cuba.
“Eso significa todas las personas que enviamos a Cuba” para entregar la asistencia de USAID, dijo Calingaert, “y eso nos impide llevar a cabo un programa efectivo”.
La organización indicó que ha estado cuatro meses negociando con USAID cómo cumplir con los nuevos requisitos “sin poner en peligro sus operaciones en la Isla”.
El Gobierno cubano considera que los fondos estadounidenses para Cuba están destinados a la subversion y la desestabilización.
El subcontratista de la USAID Alan P. Gross está cumpliendo actualmente una condena de 15 años de cárcel en La Habana, acusado de violar la soberanía del país y distribuir a “ncontactos” equipos de comunicación satelital prohibidos de última generació.
El control sobre el uso de los fondos se ha hecho más fuerte en los últimos dos años.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, demócrata por Massachusetts, considera que el dinero solo ha servido para “provocar” .
El mes pasado, Kerry pidió una lista detallada de beneficiarios de fondos de USAID y el Departamento de Estado para los programas de Cuba. No recibió la información, debido a preocupaciones de que los datos pudieran ir a parar a manos de los servicios de inteligencia cubanos.
Freedom House dijo que sigue trabajando con subsidios de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL) del Departamento de Estado, por un total de 1,3 millones de dólares, “para llevar a cabo algunos sondeos en Cuba y trabajar en el campo de la cultura juvenil”.
El fondo que la organización debía recibir de la USAID era la última parte de un total de 5 millones distribuidos en tres años y destinados a trabajar principalmente en el campo de documentación de derechos humanos, mostrando a los activistas cómo ir más allá de simples alertas de abusos y pasar a reunir pruebas y organizar expedientes de casos, así como apoyar plataformas digitales.
Freedom House, fundado en 1941, es un dinosaurio entre los mecanismos de injerencia de la ultraderecha norteamericana implicado en cientos de operaciones, recoge 1 699 394 dólares.
Ocurre que este mecanismo de subversión fue explícitamente denunciado en enero en Cuba, en exhibió en el capitulo titulado “Ciberguerra “televisivo de la serie televisiva Las razones de Cuba.
Freedom House es vinculada a varios escándalos de uso indebido de fondos.
El 19 de abril de 2010 organizó junto con el Instituto de George W. Bush una conferencia promoviendo internet y la tecnología inalámbrica para operaciones de desestabilización a la cual asistió, de jefe de red informática, un agente CIA identificado en Cuba.
Tras el fin de la Guerra Fría, ha trabajado para expandir la libertad en países gobernados por dictaduras, según su página de internet.