Managua, 31 may (PL) La transnacional española Gas Natural Fenosa se encuentra hoy en el centro del colimador de las numerosas protestas que se desarrollan desde hace días en varias localidades nicaragüenses por fallas en la distribución de energía eléctrica.
La empresa española, con sede en Barcelona, es la encargada de la distribución a los usuarios de la energía eléctrica generada en Nicaragua, y desde fines de la semana pasada, con las primeras lluvias de la temporada invernal, se suceden los apagones en barrios de esta capital y en otras localidades del interior.
Además de las normales molestias que causa en los hogares la falta del fluido eléctrico, los propietarios de los pequeños comercios de barrio se quejan de la pérdida de importantes cantidades de productos alimenticios que requieren refrigeración para conservarlos.
Según reportaron la víspera medios de prensa capitalinos, en Managua sólo dos de los seis distritos que componen esta urbe han estado a salvo de los cortes de electricidad, que también se registran en localidades de los departamentos de Chontales, Boaco, León, Matagalpa y Nueva Segovia, así como en las dos regiones autónomas caribeñas.
Estas fallas en la distribución eléctrica son atribuidas a la obsolecencia y a la falta de mantenimiento de las redes, así como a la ausencia de inversiones por parte de la transnacional europea.
El malestar ha llegado a tal extremo que el presidente de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENEL), Ernesto Martínez Tiffer, hizo un llamado ayer a Gas Natural Fenosa para que realice labores de mantenimiento en sus instalaciones y haga mayores inversiones, a fin de evitar los cortes de electricidad.
Pedimos a esta transnacional que invierta en sus plantas, pues la población paga por ese servicio y no es posible que con unos vientecitos se quede a oscuras, expresó.
Gas Natural Fenosa, que opera en Nicaragua a través de su filial Disnorte-Dissur, es con frecuencia blanco de protestas por acusaciones de cobros excesivos e injustificados incluidos en las facturas que presenta a la población.
La distribución de electricidad a los usuarios fue entregada en el año 2000, durante el gobierno neoliberal del presidente Arnoldo Alemán, a la española Unión Fenosa, pero esta fue absorbida en 2010 por la también hispana Gas Natural, que asumió así todos los negocios de la primera en Nicaragua y en otros países latinoamericanos.
La empresa española, con sede en Barcelona, es la encargada de la distribución a los usuarios de la energía eléctrica generada en Nicaragua, y desde fines de la semana pasada, con las primeras lluvias de la temporada invernal, se suceden los apagones en barrios de esta capital y en otras localidades del interior.
Además de las normales molestias que causa en los hogares la falta del fluido eléctrico, los propietarios de los pequeños comercios de barrio se quejan de la pérdida de importantes cantidades de productos alimenticios que requieren refrigeración para conservarlos.
Según reportaron la víspera medios de prensa capitalinos, en Managua sólo dos de los seis distritos que componen esta urbe han estado a salvo de los cortes de electricidad, que también se registran en localidades de los departamentos de Chontales, Boaco, León, Matagalpa y Nueva Segovia, así como en las dos regiones autónomas caribeñas.
Estas fallas en la distribución eléctrica son atribuidas a la obsolecencia y a la falta de mantenimiento de las redes, así como a la ausencia de inversiones por parte de la transnacional europea.
El malestar ha llegado a tal extremo que el presidente de la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENEL), Ernesto Martínez Tiffer, hizo un llamado ayer a Gas Natural Fenosa para que realice labores de mantenimiento en sus instalaciones y haga mayores inversiones, a fin de evitar los cortes de electricidad.
Pedimos a esta transnacional que invierta en sus plantas, pues la población paga por ese servicio y no es posible que con unos vientecitos se quede a oscuras, expresó.
Gas Natural Fenosa, que opera en Nicaragua a través de su filial Disnorte-Dissur, es con frecuencia blanco de protestas por acusaciones de cobros excesivos e injustificados incluidos en las facturas que presenta a la población.
La distribución de electricidad a los usuarios fue entregada en el año 2000, durante el gobierno neoliberal del presidente Arnoldo Alemán, a la española Unión Fenosa, pero esta fue absorbida en 2010 por la también hispana Gas Natural, que asumió así todos los negocios de la primera en Nicaragua y en otros países latinoamericanos.
mv/agp
