El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., John Kerry, condicionó hoy el desembolso de 20 millones de dólares adicionales para programas de subversión en Cuba a una “revisión plena” de esos proyectos, presentados con el eufemismo de “pro democracia”.
Kerry reconoció que este tipo de programas ha costado 150 millones de dólares al contribuyente norteamericano y solicitó que la Oficina de Supervisión del Congreso (GAO, en inglés), que ha investigado fraude y abuso de esos programas en el pasado, realice otra investigación “sobre la base legal y la eficacia de estas operaciones”.
“No hay prueba de que los programas de promoción de la democracia, que hasta la fecha le han costado a los contribuyentes estadounidenses más de 150 millones de dólares, estén ayudando al pueblo cubano”, dijo Kerry en un comunicado.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha destinado otros 20 millones para este año, destinado a supuestos disidentes, blogueros y tuiteros, que los reciben a través de intermediarios contratados por el gobierno o agenciados por grupos desde Miami.
Antes de desembolsar esa cantidad de dólares adicionales a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), “se debe realizar una revisión plena de los programas y la Administración debe consultar al Congreso”, advirtió.
Entre 1996 y 2008, la USAID desembolsó 83 millones de dólares a organizaciones no gubernamentales y universidades.
En 2006, una auditoría de la GAO descubrió “debilidades” en la supervisión de los programas de la USAID que, a su juicio, aumentaban el riesgo de fraude.
Kerry reconoció que este tipo de programas ha costado 150 millones de dólares al contribuyente norteamericano y solicitó que la Oficina de Supervisión del Congreso (GAO, en inglés), que ha investigado fraude y abuso de esos programas en el pasado, realice otra investigación “sobre la base legal y la eficacia de estas operaciones”.
“No hay prueba de que los programas de promoción de la democracia, que hasta la fecha le han costado a los contribuyentes estadounidenses más de 150 millones de dólares, estén ayudando al pueblo cubano”, dijo Kerry en un comunicado.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha destinado otros 20 millones para este año, destinado a supuestos disidentes, blogueros y tuiteros, que los reciben a través de intermediarios contratados por el gobierno o agenciados por grupos desde Miami.
Antes de desembolsar esa cantidad de dólares adicionales a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), “se debe realizar una revisión plena de los programas y la Administración debe consultar al Congreso”, advirtió.
Entre 1996 y 2008, la USAID desembolsó 83 millones de dólares a organizaciones no gubernamentales y universidades.
En 2006, una auditoría de la GAO descubrió “debilidades” en la supervisión de los programas de la USAID que, a su juicio, aumentaban el riesgo de fraude.
Entre los descubrimientos se encuentra dinero repartido en grupos en Miami, que lo utilizaron para compras de artículos suntuarios, entre ellos abrigos de cachemira imposibles de usar en Cuba donde la temperatura se mantiene cálida durante el año, latas de carne de cangrejo, chocolates Godiva y otros artículos.
Dos años después, el Congreso congeló 45 millones de dólares para programas de Cuba de la USAID, aunque terminó desembolsándolos después de recibir garantías de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de que se investigarían los casos de fraude de los grupos de Miami que recibían fondos de la agencia.
(Con información de EFE)
Dos años después, el Congreso congeló 45 millones de dólares para programas de Cuba de la USAID, aunque terminó desembolsándolos después de recibir garantías de la Casa Blanca y del Departamento de Estado de que se investigarían los casos de fraude de los grupos de Miami que recibían fondos de la agencia.
(Con información de EFE)