El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, respondió hoy a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que “vayan a exigir a la casa de su abuelita, aquí hay un país soberano que no pueden asustar”, reporta Prensa Latina.
Indicó que pese a que esa entidad “tiene un nombre bonito, no representa a los periodistas ni a los ciudadanos sino a los dueños de los principales periódicos de América”.
“Es el gremio de los dueños de periódicos, empresarios que producen en vez de papas, información, pero que persiguen un fin de lucro, de billetes”, refirió.
“Estos señores, afirmó Correa, son empresarios como cualquier otro, y por manejar medios de comunicación se creen por encima del bien y del mal”.
El 2 de abril la SIP calificó de “abusiva, aberrante y extralimitada” la actitud del Mandatario al demandar a tres directivos y un articulista de diario El Universo, quien le acusó de haber “ordenado abrir fuego a discreción contra un hospital lleno de civiles e inocentes”.
“Estos señores, afirmó Correa, son empresarios como cualquier otro, y por manejar medios de comunicación se creen por encima del bien y del mal”.
El 2 de abril la SIP calificó de “abusiva, aberrante y extralimitada” la actitud del Mandatario al demandar a tres directivos y un articulista de diario El Universo, quien le acusó de haber “ordenado abrir fuego a discreción contra un hospital lleno de civiles e inocentes”.
Criticó la posición de los medios que justifican sus opiniones y mentiras bajo el argumento de que el Presidente y los funcionarios públicos deben aceptar cualquier crítica o insulto por su condición.
“Críticas son bienvenidas, pero insultos, calumnias, acusarme de genocida, de criminal, ¿por qué?”, cuestionó Correa y precisó que la Constitución garantiza el derecho al honor y buen nombre de las personas, garantía de la cual no está excluido el primer mandatario.
Aseguró que pese a la presión de los gremios periodísticos nacionales y sus corifeos foráneos continuará impulsando el juicio contra ese diario y su articulista, a menos que se retracten públicamente y pidan disculpas.
El gobernante señaló que “los disparates de la prensa no se pueden entender desde una lógica racional sino desde la lógica del poder”, para “mantener su capacidad de presión, y piensan que pueden insultar, criticar, difamar a los funcionarios públicos”.
