Los medios estadounidenses especulan que mañana jueves, el presidente Barack Obama designará al actual director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Leon Panetta, como nuevo secretario de defensa de los Estados Unidos.
De jefe de la CIA quedaría el actual jefe militar en la desastrosa ocupación de Afganistán, el general David Petraeus.
A Obama no le queda otra alternativa que reestructurar sus organismos de orden y seguridad porque ya se confirmó la salida del actual jefe del Pentágono, Robert Gates, y del actual jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen.
A Obama no le queda otra alternativa que reestructurar sus organismos de orden y seguridad porque ya se confirmó la salida del actual jefe del Pentágono, Robert Gates, y del actual jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen.
Robert Gates es lo último que queda del gobierno de George W. Bush.
Según las fuentes, Obama anunciaría que el teniente general John Allen reemplazará a Petraeus como comandante en Afganistán y el diplomático Ryan Crocker sería el próximo embajador en Kabul.
Los cambios se anunciarían el jueves en la Casa Blanca, con la presencia de Obama acompañado por los cuatro postulados, dijo un ex funcionario.
Allen, actualmente subjefe del Mando Central militar en la Florida, era esperado en Washington el miércoles y fuentes en Afganistán dijeron que Petraeus también viajaba hacia la capital estadounidense.
The Associated Press informó el martes que Crocker, un diplomático veterano, era el principal candidato al puesto en Kabul como parte de una renovación general de la conducción estadounidense en el conflicto, que ya lleva 10 años.
El diario The Washington Post reveló que se anunciarían todos los cambios como parte de un plan de conjunto.
Según las fuentes, la Casa Blanca pondera una serie de factores en el cambio de elenco en Afganistán, cuando Obama necesita demostrar avances suficientes para cumplir su promesa de iniciar el retiro de las fuerzas en julio.
Líderes militares y civiles de la defensa dicen que 2011 será un año clave para provocar una inflexión en la guerra y allanar el camino para que el retiro de Estados Unidos concluya en 2015.
Los principales obstáculos son la debilidad del gobierno de Karzai, la cuestión de si se podrá integrar el Talibán en la vida política afgana y si Pakistán seguirá siendo un refugio para los milicianos que atacan a las fuerzas de la OTAN en el país vecino.
