Desde enero de 2010, hasta la fecha, un total de 19 campesinos hondureños fueron asesinados en la zona llamada Bajo Aguán, y tales crímenes permanecen impunes, denunció una misión internacional que visitó la zona.
Durante la verificación, realizada entre el 25 de febrero y el 4 de marzo, el grupo constató múltiples violaciones de los derechos humanos, en las que dirigentes e integrantes de organizaciones campesinas son víctimas de amenazas y hostigamientos, tanto por parte de las fuerzas de seguridad pública, como de las empresas privadas de los grandes latifundistas.
La misión conoció, además, casos de secuestro, torturas, lesiones múltiples, abusos sexuales y detenciones arbitrarias.
En ese mismo orden de irregularidades, continúan los desalojos forzosos de las familias asentadas en esa zona y el gobierno de Porfirio Lobo incumplió su compromiso de entregar 11.000 hectáreas a los integrantes del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán, reseñó la agencia Prensa Latina.
El informe presentado por la misión internacional señaló que “en vez de políticas y medidas contundentes para resolver la problemática agraria, se observa un proceso de estigmatización y criminalización de la lucha campesina”.
El grupo que visitó la localidad hondureña estuvo integrado por seis organizaciones y redes internacionales, entre ellas Vía Campesina, la Red Latinoamericana de la Unión de los Trabajadores de la Alimentación, FIAN Internacional y grupos religiosos y humanitarios.
La misión prevé entregar el informe a la Comisión de la Verdad creada en Honduras después del golpe de Estado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
AVN