Agencias / Contrainjerencia – El expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez falleció el sábado a los 88 años de edad en Miami, Estados Unidos, reportaron medios locales.
Pérez fue gobernante de Venezuela en dos períodos: de 1974 a 1979 y de 1989 a 1993.
Durante su primer mandato, el país fue conocido con el apodo de “Venezuela Saudita” debido al flujo de petrodólares que ingresaron por la exportación de crudo.
Su segundo mandato, a diferencia del anterior, estuvo marcado por escándalos de corrupción que culminarían con su separación del cargo acusado de malversación de fondos públicos y fraude a la nación.
Fue el único presidente en ejercicio que fue destituido por una acción judicial.
Carlos Andrés Pérez fue el primer responsable de la sangrienta represión de la sublevación popular venezolana de 1989 conocida como El Caracazo.
Residía junto a su familia en la ciudad de Miami, y estaba alejado de la vida pública tras sufrir un accidente cerebro vascular.
Pérez, de 88 años, murió a las 2:41 de la tarde (18:42 GMT) en una clínica de Miami a consecuencia de un paro respiratorio, indicó la hija del ex mandatario María Francia Pérez.
“Fue un paro respiratorio; él se levantó muy bien en la mañana, estaba muy elocuente, contento, pero de repente se le comenzó a ir el aire”, añadió María Francia Pérez, en una entrevista telefónica con The Associated Press.
La familia anunciara los detalles de los funerales “después del mediodía del domingo”, dijo María Francia Pérez, la hija que había llegado desde Francia a Miami para festejar la Navidad.
El ex mandatario nacional nació en Rubio, estado Táchira, el 27 de octubre de 1922.
Se casó en 1948 con su prima Blanca Rodríguez teniendo de ese matrimonio 6 hijos: Sonia, Thaís, Martha, Carlos Manuel, María de Los Ángeles y Carolina.
Después de su segunda presidencia, Pérez se separa de su esposa y pasa a vivir con su secretaria, Cecilia Matos.
El 25 de julio de 2004, en pleno debate sobre el referéndum revocatorio, el CAP, en una entrevista publicada en El
Nacional, diario de Caracas, no dudó en confesar: “Estoy trabajando para sacar a Chávez [del poder]. La violencia nos permitirá sacarlo. Chávez debe morir como un perro.”
La violenta revuelta social llamada El Caracazo, de la cual se responsabilizó a Pérez, se extendió durante tres días con una ola de saqueos en Caracas y otras ciudades venezolanas, y fue sofocada a tiros por el Ejército y la Policía, lo cual dejó un saldo de entre 300 y 3.000 muertos, según diversas fuentes.
Recuerdese del Caracazo
Carlos Andrés Pérez, ejercía su segundo mandato en Venezuela cuando estalló la rebelión cívica en contra de su Gobierno.
Los sectores populares se alzaron en contra de la aplicación de las medidas económicas asesoradas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El plan económico incluía el aumento en el precio del pasaje del transporte público y la gasolina.
El estallido popular, comenzó el 27 de febrero de 1989 por una protesta en Guarenas y luego se generalizó por todo el país.
Un día antes, el Ministerio de Energía y Minas anuncia el alza en 30 por ciento de los precios de la gasolina y el incremento de las tarifas del transporte público urbano e inter-urbano también en un 30 por ciento a partir del 27 de febrero, válido para los 3 meses siguientes, después de los cuales podrían aumentarse hasta el 100 por ciento.
Las protestas, fuertemente reprimidas por la policía y el Ejército, dejaron según el Gobierno de Pérez unos 300 muertos, sin embargo, testigos, investigadores y organizaciones de derechos humanos señalan más de mil.
Muchas de las víctimas fueron sepultadas en fosas comunes, específicamente en el sector de La Peste, ubicado en el Cementerio General del Sur en Caracas. Actualmente las autoridades venezolanas han iniciado el proceso de exhumación para identificar los restos.
El Caracazo fue un detonante para que 2 mil 357 hombres entre civiles y militares, liderados por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, organizaran una rebelión contra Carlos Andrés Pérez, quien tenía sumido en la pobreza, la corrupción y la impunidad a la nación suramericana.
Todavía no se conoce el número exacto de muertos, heridos y desaparecidos en esos día de febrero y marzo de 1989.
Aunque los hechos ocurrieron mucho antes de su mandato, el Gobierno del presidente Hugo Chávez reconoció la responsabilidad del Estado venezolano y en el año 2006, a través de su Ministerio de Interior y Justicia, anunció mecanismos para indemnizar también a las víctimas que no tuvieron acceso a la Corte Interamericana.