por Alex Sáenz.
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Toda persona tiene derecho a elegir la religión que más le convenga e inclusive tiene el derecho de prescindir, si así lo desea, de la religión, en mi caso me declaro Jedi y nadie hará que yo me pase al lado oscuro, si esto último te dio risa, mas risa te dará saber que en Brasil, hay un predicador (no, no es el mismo que dice que XuXa es adoradora de Satanás y que “los Nintendos” hacen vomitar baba blanca a los niños y sacan tumores que te matan en 6 años etc. etc. etc. ) que dice que el signo de los dispositivos USB, si esos mismos en los que guardas inocentemente tu información y te sirven para conectar tu cámara, celular o lo que sea a tu PC, es nada más y nada menos que ¡La mismísima marca de Satanás que ha entrado a tu hogar!
No, no es broma, al parecer el predicador basa su teoría en la forma del símbolo USB, la cual según él, se trata de un tridente, según la historia (que aun no ha sido confirmada, pero con el caso del señor Josué Yrion, el de los Nintendos y XuXa, ya cualquier cosa puede ser real) dice lo siguiente:
El culto evangélico “Paz no señor Amado” (“La Paz del Señor Amado”) en el interior de Brasil prohíbe a sus seguidores a utilizar cualquier tecnología USB alegando que utiliza un símbolo que muestra simpatía por el diablo.Según su fundador, el “apóstol” Soldador Saldanha dice que esto es un símbolo de Satanás, que siempre está presente en todos los hogares cristianos.
El símbolo de ese hombre (cuyo nombre ni siquiera me gusta pronunciar) es un tridente, que se utiliza para torturar almas que van al infierno, usar ese símbolo es solo una señal de que todos los usuarios de esa tecnología son viles adoradores de Satanás.” – explica el “apóstol”.
Se tomaron medidas para que todas las conexiones USB de sus seguidores fueran cambiadas por conexiones comunes e incluso Bluetooth, que según Saldanha Soldador, está permitido, porque “el azul era el color de los ojos de nuestro Salvador Jesucristo”.
Si, increíble, me gustaría decir “pero cierto”, pero la verdad es que aunque estos párrafos se repiten una y otra vez por toda la red, la situación bien podría ser una simple leyenda urbana, aunque algo dentro de mi me dice “confiar tú debes, verdad será”.
Vía: Guardian
