San José, diciembre 12 - Autoridades costarricenses incinerarán miles de toneladas de arroz contaminado, proveniente de Estados Unidos, que ingresaron al país a través del Tratado de Libre Comercio.
La decisión se adoptó después de que el Centro para Investigaciones en Granos y Semillas de la Universidad de Costa Rica confirmara la presencia de toxinas cancerígenas en el producto importado.
Según el informe de laboratorio, el arroz no es apto para el consumo humano al contener una cantidad elevada de aflatoxinas, que excede por mucho lo permitido por los estándares internacionales.
El presidente de la Asamblea Nacional de Productores de Arroz, Oscar Campos, instó a las autoridades a tomar medidas para que esto no vuelva a ocurrir.
Según Campos, de haberse dado los controles pertinentes y los análisis previos obligatorios, ese grano nunca hubiera ingresado a los silos del Consejo Nacional de la Producción.
"Estamos hablando de más de 200 camiones de arroz", dijo Campos, para quien la detección de la contaminación genera demasiadas interrogantes acerca del desempeño de las autoridades en materia agrícola y sanitaria.
Aunque el inicio se habló de 10 mil toneladas, el Ministerio de Salud precisó que se trata de cuatro mil 172.
Los productores solicitaron a la Defensoría de los Habitantes y a la Corporación Arrocera Nacional fiscalizar el proceso de destrucción del grano para asegurarse de que no llegará al mercado costarricense.
La decisión se adoptó después de que el Centro para Investigaciones en Granos y Semillas de la Universidad de Costa Rica confirmara la presencia de toxinas cancerígenas en el producto importado.
Según el informe de laboratorio, el arroz no es apto para el consumo humano al contener una cantidad elevada de aflatoxinas, que excede por mucho lo permitido por los estándares internacionales.
El presidente de la Asamblea Nacional de Productores de Arroz, Oscar Campos, instó a las autoridades a tomar medidas para que esto no vuelva a ocurrir.
Según Campos, de haberse dado los controles pertinentes y los análisis previos obligatorios, ese grano nunca hubiera ingresado a los silos del Consejo Nacional de la Producción.
"Estamos hablando de más de 200 camiones de arroz", dijo Campos, para quien la detección de la contaminación genera demasiadas interrogantes acerca del desempeño de las autoridades en materia agrícola y sanitaria.
Aunque el inicio se habló de 10 mil toneladas, el Ministerio de Salud precisó que se trata de cuatro mil 172.
Los productores solicitaron a la Defensoría de los Habitantes y a la Corporación Arrocera Nacional fiscalizar el proceso de destrucción del grano para asegurarse de que no llegará al mercado costarricense.