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Malinchistas van a quedar mal parados ante la historia y ante los nicaragüenses


Carlos Espinoza Flores....

El beneplácito con que el MRS y contados seudo analistas políticos han adoptado la demanda del gobierno costarricense, de retirar las tropas del Ejército de la zona de la desembocadura del Rio San Juan -donde el narcotráfico internacional pretende sentar su base logística-, fue catalogada como una actitud “malinchista” que no va acorde con el espíritu de unidad que debe reinar en un momento en que lo primero es la defensa de la soberanía nacional.

De acuerdo al periodista William Grigsby Vado, director de Radio La Primerísima, si hay algo en lo que los nicaragüenses siempre han coincidido, independientemente de las diferencias políticas, es en la defensa del Río San Juan como parte indiscutible del territorio nacional.

“Yo lo lamento por ellos, porque ellos son los que van a quedar muy mal parados ante la historia y ante la población. Podemos tener diferencias políticas pero deberíamos colocar en el centro de nuestras posiciones la defensa del país”, expresó Grigsby.

Los argumentos infantiles de este grupito de gente que no merecen siquiera ser llamadas nicaragüenses, tampoco son aprobados por el analista político y ex diplomático Aldo Díaz Lacayo, quien explica que la soberanía se ejerce y no se cede bajo ningún concepto. De allí que al estar el Ejército en territorio nacional no hay ninguna razón para acatar un pedido que tenga como fin lesionar el ejercicio soberano en esa parte del país.

“No se puede hablar de retirar, porque desde el mismo momento que se acepta el concepto de retirar tropas se está aceptando implícitamente que estamos en el otro lado (de la frontera)”, explicó.

Por eso es que Díaz Lacayo insiste en que la soberanía debe ejercerse desde el territorio desde una óptica integral, es decir garantizando la presencia institucional desde todas las esferas, manteniendo y ampliando su incidencia sobre la vida de los pobladores de la zona.

“El pueblo fronterizo va a empezar a cobrar conciencia de que pertenece y de que participa del Estado Nacional”, indicó.

El ex diplomático insistió en la batalla mediática que hay que librar en el Río San Juan, por lo que los medios de comunicación nicaragüense también deberían llegar hasta allí y contrarrestar el bombardeo comunicacional del que son objeto por parte del aparato mediático costarricense.

No es vigilancia de frontera, es combate al narcotráfico

El director de Radio La Primerísima señaló que la presencia militar en la zona “más que vigilancia de fronteras es para evitar que los narcotraficantes ocupen ese territorio”.

Según Grigsby, América está asistiendo a un fenómeno en el cual hay un grupo de países que luchan contra el narcotráfico y otros que se “rindieron” a este. En este último grupo citó los casos de  Costa Rica, Guatemala, Panamá, Colombia, Perú, México, Estados Unidos, y en menor medida El Salvador, el que tiene problemas relacionados al lavado de dinero producto del narcotráfico internacional.

OEA está desahuciada

Otro argumento por el que Nicaragua no debería retirarse de Río San Juan es que es una solicitud de un organismo desacreditado y en proceso de fallecimiento como la OEA, cuyo principal fin es ventilar situaciones políticas y no jurídicas, como es este caso.

Según el periodista William Grigsby la inutilidad de este foro político ha quedado clara. La prueba más palpable de que la OEA tiene su “carta de defunción” firmada es, a su criterio, lo que acaba de suceder con la última resolución de este organismo.

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